En febrero del año que viene el asteroide 2012 DA14 se ubicará a su menor distancia de la Tierra, en una cercanía tan peligrosa que podría chocar satélites artificiales que orbitan actualmente nuestro planeta, según la NASA.
El cuerpo celeste fue descubierto a principios de año por el Observatorio Astronómico de La Sagra, en España, y como su órbita sería menor que el de los satélites geoestacionarios, podría colisionar contra alguno o varios de ellos, aunque se considera muy baja la posibilidad de un choque contra la Tierra en 2013 ( 0,031% ), pero en cambio no se descarta esto en su regreso en 2020, dependiendo de la forma en que la gravedad de nuestro planeta afecte su curso.
Si lo hiciera, desencadenaría un evento similar al que aparentemente ocurriera en Tunguska en 1908, originando una explosión de 2,4 megatones, y si ocurriera en un sitio densamente poblado, la devastación sería gigantesca ( nó un evento de extinción, pero sí una pérdida masiva de vidas ).
Se supone que pasará a unos 35.800 kilómetros del ecuador el 15 de febrero de 2013 y conforme a su trayectoria los científicos estiman que en caso de chocar contra la Tierra, los puntos de impacto más probables serían la Antártida o el Océano Austral.
El asteroide, de órbita muy similar a la Tierra, cuyo diámetro oscila entre los 50 y 95 metros de diámetro, por ahora se vé en los telescopios como una "mancha borrosa" y se ha estimado que la Estación Espacial Internacional no será puesta en peligro por este evento, aunque aún se continúan los estudios astronómicos del curso del objeto.
El cuerpo celeste fue descubierto a principios de año por el Observatorio Astronómico de La Sagra, en España, y como su órbita sería menor que el de los satélites geoestacionarios, podría colisionar contra alguno o varios de ellos, aunque se considera muy baja la posibilidad de un choque contra la Tierra en 2013 ( 0,031% ), pero en cambio no se descarta esto en su regreso en 2020, dependiendo de la forma en que la gravedad de nuestro planeta afecte su curso.
Si lo hiciera, desencadenaría un evento similar al que aparentemente ocurriera en Tunguska en 1908, originando una explosión de 2,4 megatones, y si ocurriera en un sitio densamente poblado, la devastación sería gigantesca ( nó un evento de extinción, pero sí una pérdida masiva de vidas ).
Se supone que pasará a unos 35.800 kilómetros del ecuador el 15 de febrero de 2013 y conforme a su trayectoria los científicos estiman que en caso de chocar contra la Tierra, los puntos de impacto más probables serían la Antártida o el Océano Austral.
El asteroide, de órbita muy similar a la Tierra, cuyo diámetro oscila entre los 50 y 95 metros de diámetro, por ahora se vé en los telescopios como una "mancha borrosa" y se ha estimado que la Estación Espacial Internacional no será puesta en peligro por este evento, aunque aún se continúan los estudios astronómicos del curso del objeto.
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