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lunes, 7 de febrero de 2011

STILL GOT THE BLUES FOR YOU, GARY

Se detuvo el reloj nó de uno de los más grandes, sinó de uno de los pocos Gigantescos Guitarristas en la historia del Blues, cuyo firmamento poco a poco se vá quedando sin estrellas que lo iluminen.
No hay día más parecido a un blues que un domingo, y así lo sintió el alma del genial Gary Moore que se alejó de este plano de la existencia caminando sobre un blanco e infinito pentagrama, dejando su cuerpo con 58 años terrenales en un hotel de Estepona (Málaga) donde se encontraba de vacaciones.
Gary Moore deja la huella inolvidable en la música de su estilo versátil y sensible como ninguno, su gusto exquisito, su manejo incomparable tanto de las melodías como del oxígeno de los silencios y su maestría para abordar todas las tónicas del rock y el blues.
Este ariano incomparable había nacido en Belfast (Irlanda del Norte) el 4 de abril de 1952. Tuvo un breve paso por el conocido grupo Thin Lizzy, pero casi inmediatamente comenzó una carrera como solista que haría historia.
Los días vendrán y se irán pero siempre tendremos los blues en ti, Gary. Nos seguimos viendo.

jueves, 20 de enero de 2011

LOBSANG RAMPA, EL ENIGMÁTICO LAMA TIBETANO BRITÁNICO QUE FUE NAZI Y FONTANERO





Corrían los años cincuenta, cuando un personaje de gran contextura física que vestía como monje tibetano y ante cuyo paso todos se tumbaban asombrados por lo excéntrico de sus vestimentas, irrumpió en las oficinas de la editorial londinense Secker & Warburg.
Hablando un perfecto ingés, se presentó ante el encargado que lo atendió como el doctor Tuesday Lobsang Rampa, le informó que era un lama nacido en el Tibet que había sido educado y entrenado en el monasterio-hospital Chakpori de Lhasa, que posteriormente había estudiado medicina en la universidad china de Chungking ( aparentemente, habría dejado un diploma que lo certificaba, aunque nunca pudo confirmarse ), y que había sido torturado por los japoneses como prisionero de guerra durante la Segunda Guerra Mundial, y por los rusos al lograr escapar de sus captores hacia Moscú .
Pidió al encargado que considerase publicar su autobiografía ( la cual, explicó, no había escrito por placer sinó por haberle sido ordenado por sus maestros quienes le indicaron que “los occidentales no pueden encarar la Verdad y la prefieren disfrazada con el ropaje de la parábola” ), que se titulaba 'El Tercer Ojo', y luego de dejarle el manuscrito se retiró saludando muy cortesmente.
El personaje dejó fuertemente impactado y desconfiado al encargado de la editorial ( como luego lo haría con el resto del mundo, desde un karma que lo acompañaría hasta su muerte ) quien así lo comunicó a los editores cuando les presentó el borrador dejado por Rampa, comentándoles que le había llamado mucho la atención sus rasgos extremadamente anglosajones como así también su perfecta pronunciación del idioma inglés ( “con acento de Devonshire” ) en contraste con su historia y su vestimenta oriental, controversia que fue confirmada por todos quienes estaban presentes en la editorial en aquel momento.
Los editores leyeron el escrito, quedaron fascinados e inmediatamente olfatearon dinero contante y sonante.
Sin embargo, teniendo en cuenta lo advertido por el encargado, no se fiaron de la historia contada por Rampa, y antes de tomar la decisión de publicar el libro, enviaron el manuscrito a varios expertos para que dictaminen si tenía visos de autenticidad.
El antropólogo Agehananda Bharati, el diplomático colonial indio residente en Lhasa Hugo Richardson, el estudioso orientalista Marco Pallis, y el escritor documentalista Heinrich Harrier coincidieron en su respuesta señalando que se trataba de un fraude indiscutible, e incluso una falta de respeto hacia las tradiciones tibetanas.
Se desconoce si debido a otras opiniones favorables a la obra ( se envió a una veintena de expertos, de los cuales sólo se conoce públicamente la opinión disidente de los cuatro ya nombrados ) o al simple deseo de lucro, pese a estos dictámenes desfavorables los editores decidieron publicar el libro.
La obra estaba hábilmente escrita, siendo por momentos fascinante, y mezclaba verdades con fantasías, en una forma directa y sencilla que no sólo hizo rabiosamente popular a Rampa en todo el mundo ( y rico, ya que se vendieron cientos de miles de copias ) sinó que el extraordinario impacto que tuvo el libro inició un fenómeno inesperado hasta por él mismo: se transformó en el indiscutible precursor de la “invasión” espiritual oriental sobre occidente, convirtiéndose en el único interlocutor aceptado popularmente en ese entonces capaz de divulgar yoga ( al cual llamaba despectivamente “malabarismo” ), vegetarianismo, hipnosis, áurea, transmigración, viajes astrales, la existencia de un “Registro Akhásico” de la humanidad, la Hermandad Blanca de los Himalayas, el karma, el tercer ojo ( relataba que al suyo extrañamente se lo habían abierto “quirúrgicamente” sobre su frente ) , el aura humana y otras ideas que hoy están muy extendidas y reconocidas pero que en ese entonces eran rechazadas de cuajo por la sociedad occidental. Sin embargo, la Segunda Guerra Mundial había dejado un enorme bache espiritual en un occidente que era, subconscientemente tal vez, campo de cultivo ideal para la puesta en circulación de ideas, creencias y términos de espiritualismo y esoterismo oriental de los cuales Lobsang Rampa se convirtió en su primer embajador y que hoy cuentan con amplios círculos de creyentes.
Tal vez como consecuencia del éxito del libro, los airados expertos cuyos dictámenes sobre la fraudulencia de la obra habían sido desoídos por la editorial, decidieron investigar a Rampa por su cuenta, contratando a un detective privado de nombre Clifford Burguess.
Este no tardó en averiguar y denunciar mediáticamente que el presunto lama era “sólo” un fontanero irlandés, Cyril Henry Hoskins ( que luego había cambiado legalmente su nombre por el de Carl Kuon Suo ), que jamás había estado en el Tibet ni era erudito en temas espirituales ni esotéricos y que sólo era un adepto lector de obras de ciencia-ficción y de las obras de Madame Blavatsky.
Esta acusación dio orígen a un nuevo libro de Rampa, “Historia de Rampa” en el cual contesta las acusaciones explicando que efectivamente había transmigrado su cuerpo astral desde su cuerpo físico ( que estaba mortalmente debilitado ) hasta el del ciudadano británico dedicado a la fontanería. Esto provocó que fuera más atacado aún por la prensa, acusándolo de farsante y charlatán, a lo que Rampa respondíó:.
"No está bien recordar demasiado el pasado cuando tenemos por delante el futuro"(...) "el único medio de obtener respuestas a nuestras preguntas es dejar éstas sin respuesta, y recoger conocimientos, deduciendo e infiriendo. El que quiere absorber demasiado, sufre de indigestión mental y retrasa tristemente su evolución y desenvolvimiento personal ¿Cuál es el único medio de progresar? Esperar hasta ver"(...) " Las gentes de Occidente, salvo una minoría muy pequeña, todo cuanto desean es guerra, sexo, sadismo y el derecho a inmiscuirse en los asuntos de otros"(...)"están cegados por esa ignorancia que cada cual se impone a sí mismo"(...) "muchos se mofan de las cosas que no comprenden: llaman 'tramposo' al que tiene facultades que ellos no poseen y se desatan en un frenesí de vituperios contra quienes osan ser de algún modo 'diferentes'"(...) "Permítaseme decir, del modo más tajante, que todos mis libros son absolutamente verídicos. Cuanto he escrito, es cierto y recoge mi experiencia personal."Soy un lama tibetano que llegó al mundo occidental prosiguiendo su destino".
Socialmente, las agresiones contra Rampa eran sólo el preludio de actitudes similares que se descargarían contra las sectas y gurús que pulularon en los años sesenta, en el contexto de los desordenados, contradictorios, mal documentados y muchas veces errados intentos de occidente de importar espiritualidad oriental ( se contactaban teólogos y crueles líderes políticos de las religiones oficiales, que nada podían aportar de espiritualidad, o "chantas"embaucadores que sólo buscaban sacar tajada económica y salvarse de la pobreza que prevalecía en oriente ).
En la otra vereda, Lobsang Rampa generó un enorme número de adeptos que aceptaron sin cuestionamientos su explicación transmigratoria y lo consideraron un maestro de la metafísica que explicaba magistralmente conceptos enormemente complicados con absoluta sencillez.
Quizás quien mejor definió al personaje fue Philip Porter ( quien pasó más de diez años investigándolo ): 'No pienso que fuera cien por cien auténtico, , pero no hay duda de que fue alguien extraordinario. Yo me inclinaría por dejar todas las posibilidades abiertas, dadas las innumerables incógnitas que lo rodean'.
A mediados de 1984 surgió un nuevo rumor sobre el personaje: que en realidad era uno de los nazis enviados por Hitler en una de las tantas expediciones llevadas a cabo en aquellos tiempos por los alemanes al Tibet, y que encontrándose aún allí se había producido la derrota de Alemania en la guerra y por lo tanto había desertado refugiándose secretamente en Gran Bretaña asumiendo su personalidad de fontanero.
Esto motivó una muy seria reacción por parte del Instituto Qumram de Jerusalén, que publicó un panfleto titulado “Los ocultos caminos de Amalec”en donde denunciaban una conspiración para destruír la civilización judeo-cristiana y en el cual citaban varios de los textos de Rampa para demostrar que era un agente secreto de los tibetanos y enemigo declarado de los judíos, y que transmitía su mensaje con simpleza, inexactitudes e invenciones de ex profeso para interesar y recultar a un público ignorante.
La dirección de contacto que figuró en sus libros (Dr.T.Lobsang Rampa, BM/TLR, London, W.C.I.,England ) es inexistente, según el Royal Mail británico.
Cierta vez, su editor le habló en tibetano sin previo aviso y Rampa quedó totalmente desorientado haciéndose evidente que no hablaba tibetano.Cuando su editor se lo dijo, sufrió un aparente desmayo y tras él explicó que un “bloqueo hipnótico” le había impedido momentáneamente entender su propio idioma.Rampa afirmaba haber conocido personalmente al XIII Dalai Lama ( ya fallecido para ese entonces ), pero su sucesor el XIV Dalai Lama al ser consultado acerca de Rampa, declaró escuetamente no saber nada de nada de él.Incluso en una entrevista realizada por Fernando Sánchez Drago en el número 9 de la revista “Más Allá”el Dalai fue preguntado si había leído algo de Lobsang Rampa, a lo que éste contestó: “Muy poco.Sé que es un escritor famoso en Europa y América, pero desgraciadamente no tengo tiempo para leer novelas imaginarias”.
Sus editores nunca mostraron públicamente el supuesto diploma chino de licenciado en medicina y su viuda Sarah Rampa, es ilocalizable.
Hoy día tanto entendidos como aficionados aceptan como irrebatible el hecho de que no era tibetano ( ni lama ) sinó británico, aunque esto no cierra el hecho de que si era fontanero, era a la vez un gran inspirado, ya que tenía verdaderamente estilo como escritor, y una redacción y sintáxis que hace extremadamente difícil de creer tan humilde orígen y educación.
A pesar de ello, tuvo una exitosa carrera literaria de 25 años y 20 libros escritos, y todas sus obras continúan siendo reeditadas hasta el día de hoy.La antología “El Testamento de Lobsang Rampa” vá por su quinta edicion y en cualquier librería más o menos surtida se puede conseguir sin inconvenientes cualquiera de sus libros.La esencia de su mensaje se encuentra indudablemente en sus tres primeras obras, El Tercer Ojo, El Médico del Tibet y El Cordón de Plata.La calidad de sus libros fué decayendo alarmantemente a medida que escribía y tomaban preponderancia delirios cada vez más absurdos ( llegó a afirmar que uno de sus libros le había sido dictado telepáticamente por su gata).
En su último escrito, hizo predicciones absolutamente desacertadas e incluso bizarras: que el comunismo invadirá Europa, que EE.UU. y Gran Bretaña se fusionarán, que Brasil, Francia y Rusia se unirán para atacar Alemania, y que para el año 2004 rusos y chinos protagonizarán una guerra espacial terrible, que en 2008 llegarían otros humanos desde el espacio y se iniciará una era dorada. La decadencia en la venta de sus libros ya era abrupta para ese entonces ( ninguno alcanzó los niveles de El Tercer Ojo ) y las críticas de fraude continuaban por lo cual Rampa decidió emigrar, iniciando un periplo que lo llevó primero a Irlanda, luego a Uruguay y finalmente a Canadá, donde falleció en 1981, coincidiendo su muerte con la de la madre del XIV Dalai Lama.Jamás reconoció, públicamente al menos, que su obra era producto de su imaginación ( aunque tampoco nunca fué expresamente repudiado por su supuesta injuriada, la religión tibetana ) y el hecho de que se mantenga presentada como real desmerece todas sus virtudes, que no son pocas.

jueves, 22 de abril de 2010

Una fábula para descansar el alma

Hubo una vez un rey que dijo a los sabios de la corte:
-Me estoy fabricando un precioso anillo. He conseguido uno de los mejores diamantes posibles. Quiero guardar oculto dentro del anillo algún mensaje que pueda ayudarme en momentos de desesperación total, y que ayude a mis herederos, y a los herederos de mis herederos, para siempre. Tiene que ser un mensaje pequeño, de manera que quepa debajo del diamante del anillo.
Todos quienes escucharon eran sabios, grandes eruditos; podrían haber escrito grandes tratados, pero darle un mensaje de no más de dos o tres palabras que le pudieran ayudar en momentos de desesperación total... Pensaron, buscaron en sus libros, pero no podían encontrar nada.
El rey tenía un anciano sirviente que también había sido sirviente de su padre. La madre del rey murió pronto y este sirviente cuidó de él, por tanto, lo trataba como si fuera de la familia. El rey sentía un inmenso respeto por el anciano, de modo que también lo consultó.
Y éste le dijo:
-No soy un sabio, ni un erudito, ni un académico, pero conozco el mensaje. Durante mi larga vida en palacio, me he encontrado con todo tipo de gente, y en una ocasión me encontré con un místico. Era invitado de tu padre y yo estuve a su servicio. Cuando se iba, como gesto de agradecimiento, me dio este mensaje -el anciano lo escribió en un diminuto papel, lo dobló y se lo dio al rey-. Pero no lo leas -le dijo- mantenlo escondido en el anillo.
Ábrelo sólo cuando todo lo demás haya fracasado, cuando no encuentres salida a la situación-
Ese momento no tardó en llegar. El país fue invadido y el rey perdió el reino.
Estaba huyendo en su caballo para salvar la vida y sus enemigos lo perseguían.
Estaba solo y los perseguidores eran numerosos.
Llegó a un lugar donde el camino se acababa, no había salida: enfrente había un precipicio y un profundo valle; caer por él sería el fin. Y no podía volver porque el enemigo le cerraba el camino. Ya podía escuchar el trotar de los caballos. No podía seguir hacia delante y no había ningún otro camino...

De repente, se acordó del anillo. Lo abrió, sacó el papel y allí encontró un pequeño mensaje tremendamente valioso: Simplemente decía "ESTO TAMBIÉN PASARÁ".

Mientras leía "Esto también pasará" sintió que se cernía sobre él un gran silencio. Los enemigos que le perseguían debían haberse perdido en el bosque, o debían haberse equivocado de camino, pero lo cierto es que poco a poco dejó de escuchar el trote de los caballos.
El rey se sentía profundamente agradecido al sirviente y al místico desconocido. Aquellas palabras habían resultado milagrosas. Dobló el papel, volvió a ponerlo en el anillo, reunió a sus ejércitos y reconquistó el reino. Y el día que entraba de nuevo victorioso en la capital hubo una gran celebración con música, bailes... y él se sentía muy orgulloso de sí mismo.

El anciano estaba a su lado en el carro y le dijo:
-Este momento también es adecuado: vuelve a mirar el mensaje.
-¿Qué quieres decir? -preguntó el rey-. Ahora estoy victorioso, la gente celebra mi vuelta, no estoy desesperado, no me encuentro en una situación sin salida.
-Escucha -dijo el anciano-: este mensaje no es sólo para situaciones desesperadas; también es para situaciones placenteras. No es sólo para cuando estás derrotado; también es para cuando te sientes victorioso. No es sólo para cuando eres el último; también es para cuando eres el primero.
El rey abrió el anillo y leyó el mensaje: "Esto también pasará", y nuevamente sintió la misma paz, el mismo silencio, en medio de la muchedumbre que celebraba y bailaba, pero el orgullo, el ego, había desaparecido. El rey pudo terminar de comprender el mensaje. Se había iluminado.
Entonces el anciano le dijo:
-Recuerda que todo pasa. Ninguna cosa ni ninguna emoción son permanentes. Como el día y la noche, hay momentos de alegría y momentos de tristeza. Acéptalos como parte de la dualidad de la naturaleza porque son la naturaleza misma de las cosas.
Yo sé que lo que me pasa ahora también pasará.

Por favor llámame por mis verdaderos nombres

No digas que me iré mañana,
Siendo que recién llego.
Mira profundamente:
En cada segundo estoy llegando,
a ser un botón en una rama de primavera,
a ser un diminuto pájaro de alas frágiles,
aprendiendo a cantar en mi nuevo nido,
para llegar a ser una cuncuna en el corazón de una flor,
para ser una joya que se esconde en una piedra.


Yo sigo llegando,
con el fin de reír y llorar,
de temer y esperar,
El ritmo de mi corazón es el nacer y morir de todo lo que está vivo.
Soy una mariposa en plena metamorfosis en la superficie del río,
y soy un pájaro que se desliza en picada a saborear la mariposa.
Soy una rana nadando alegremente,
en el agua transparente de la laguna

Y soy la serpiente
que silenciosamente se alimenta de la rana.
Soy el niño de Uganda,
sólo huesos y piel,
mis piernas delgadas como un bambú,
y soy el mercader de armas
que vende mortíferas municiones a Uganda.
Soy la niña de doce años,
que refugiada en su pequeño bote,
se tira al mar después de ser violada por un pirata,

Y soy el pirata, mi corazón aun incapaz de ver y de amar.
Soy el miembro del politburó,
con todo el poder en mis manos,
y soy el hombre que tiene que pagar mis “deudas de sangre” con mi gente,
muriendo lentamente en un campo de trabajos forzados.


Mi alegría es como la primavera,
tan cálida que hace florecer la tierra.
Mi dolor es como un río de lágrimas,
tan inmenso que llena los cuatro océanos.
Por favor llámame por mis verdaderos nombres,
así puedo escuchar mis risas y llantos de una sola vez,
así puedo ver que mi alegría y pena son una sola.
Por favor llámame por mis verdaderos nombres,
así puedo despertar,
la puerta de mi corazón,
podrá ser dejada abierta,
la puerta de la compasión.

Thich Nhat Hanh


(Gracias Doby por tus invaluables aportes)

jueves, 28 de enero de 2010

FABULA DEL ESCORPION Y LA RANA

¡NO PODÍA FALTAR EN ESTE BLOG!!
NADA NOS DEFINE TAN BIEN CON TAN POCAS PALABRAS...
Había una vez una rana sentada en la orilla de un río, cuando se le acercó un escorpión y le dijo: —Amiga rana, ¿puedes ayudarme a cruzar el río? Podrías llevarme en tu espalda… —¿Que te lleve en mi espalda? —contestó la rana—. ¡Ni pensarlo! ¡Te conozco! Si te llevo en mi espalda, sacarás tu aguijón, me picarás y me matarás. Lo siento, pero no podrá ser. —No seas tonta —le respondió entonces el escorpión—. ¿No ves que si te pico con mi aguijón, te hundirás en el agua y que yo, como no sé nadar, también me ahogaré?.Moriríamos los dos!
La rana, convencida por la lógica implacable del escorpión, le dijo:—Está bien, me convenciste y te voy a ayudar a cruzar el río. El escorpión se colocó sobre la resbaladiza espalda de la rana y empezaron juntos a cruzar el río.
Todo iba muy bien, la rana nadaba con soltura y poco a poco fue perdiendo el miedo y la precaución por aquel animal que llevaba sobre su cuerpo.
Ya llegando a la mitad del río, se presentó un remolino.La rana, nadando y moviéndose hábilmente lo sorteó, pero al hacerlo sus movimientos se hicieron más bruscos e intensos, y su espalda se contraía y descontraía frenéticamente debido al movimiento de sus patas…
Fue entonces que la rana sintió el aguijón del escorpión hundiéndose en su espalda, y cómo el veneno mortal se extendía por su cuerpo. Y mientras se ahogaba, y veía cómo también con ella se ahogaba el escorpión, con sus últimas fuerzas le dijo: —No entiendo nada… ¿Por qué lo hiciste? Vos también vas a morir!. El escorpión la miró y le respondió:
—Lo siento ranita. No lo pude evitar. No puedo dejar de ser quien soy, ni actuar en contra de mi naturaleza. Y dicho esto, desaparecieron los dos, el escorpión y la rana, debajo de las aguas del río.
Moraleja: No te engañes a ti mismo ni a nadie. Uno siempre es lo que es, a pesar de las circunstancias.

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