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viernes, 7 de mayo de 2010

BARON BIZA EL ESCRITOR MALDITO

Iniciando la serie de entradas sobre Escorpianos de Marca, he elegido a Raúl Barón Biza, el polémico, fascinante y sobre todo desconocido escritor argentino.
Rodeado además de una trágica historia personal, la obra de este personaje único ha sido aplaudida y defenestrada por igual, cosechando odios y amores con la misma pasión que lo hiciera durante su existencia, no obstante lo cual, públicamente fué de ex profeso condenado al olvido por su propia clase social, a la cual expresamente aborrecía.
Su obra literaria fué prácticamente eliminada de toda editorial y librería importante, como podrá comprobar cualquier persona que intente encontrar alguno de sus libros ( tampoco está en bibliotecas nacionales ni en la del Congreso, a pesar de que -misteriosamente-figuran registrados y con número de ficha ) y hasta en internet resulta extremadamente difícil encontrar material. Y por si esto fuera poco, este "artista del exceso "fué juzgado y encarcelado más de una vez por sus escritos, ( que recibieron los más contrastantes epítetos: pornográficos, exquisitos, inmorales, filosóficos, melodramáticos, trascendentales, fastidiosos, ambivalentes, hedonistas, románticos, perversos, siniestros ).
Este empeño de la ingeniería del poder ( con ciertos tintes de persecución política por la furibunda militancia yrigoyenista de B.B. ) tienta la inevitable pregunta: si era tan mediocre y pornográfico como dicen sus detractores..porqué tan tremendo esfuerzo por esconderlo al público? Hasta el día de hoy, no existen ediciones oficiales de sus obras más importantes, motivo por el cual un grupo de admiradores y amigos está constantemente en campaña para reclamar el rescate de estas obras para el acervo nacional.
Fué un autor que tuvo que sufrir artísticamente el karma de haber nacido varios siglos antes de lo debido ( y para colmo dentro de la oligarquía argentina durante una de sus más recalcitrantes etapas, la denominada "década infame" ) y entre el sórdido atavismo que cree ver en cada artista un enemigo.Aún hoy en este siglo 21 sería considerado peligroso e incomprendido.
"El Derecho de Matar"es su obra más popular ( el libro es además casi una profecía, un "flashforward" con 30 años de anticipación, de su propio destino final ). Según los entendidos no es éste su mejor ni más logrado trabajo ( son considerados sus mejores libros " Punto Final " y " Todo Estaba Sucio " ),sobre los cuales aún no puedo opinar.
Pero sí pude conseguir "El Derecho de Matar" en internet, y al leerlo me atrapó instantáneamente, aunque es evidente que por su tremenda crudeza, NO ES PARA TODO EL MUNDO, de lo cual su autor es consciente e incluso advierte al inicio de su obra.
Baron Biza es un maestro en crear auténticos estados de pesadilla en vela.Asesina, con tanta premeditación y alevosía como genialidad literaria, todo altar, toda claridad, toda esperanza, todo optimismo, todo remanso, todo ideal. Todo en su obra exhibe su carne hostil, su encono de entrañas reventadas.
Es un monstruo gritando sus heridas profundas sin ninguna piedad por el lector.Pero toda monstruosidad es directamente proporcional a la sensibilidad exquisita que alguna vez sufrió el desencanto.
Fuerte, directo, desparejo y crudo ( casi no corregía para priorizar la espontaneidad ), por momentos nos puede llevar a navegar por el mismo horror de Lovecraft pero sin huír hacia la fantasía sinó desde la más real y espantosa de las facetas humanas, o por la misma marginalidad, crueldad y violencia lírica de Antonin Artaud pero sin el subterfugio del surrealismo, o por la misma intempestiva repulsión y deconstrucción de Nietzche pero libre de toda sublimación...o bien por el mismo erotismo de un Marqués de Sade. Pero su obra carece absolutamente de toda intención pornográfica: el único desnudo que resultó degenerado a los ojos de la pacata clase social de privilegio de su época, fué el que describía sus deseos, hipocresías y secretos ocultos. La única penetración explícita es aquella en la cual Biza hunde su aguijón revelando el orígen espurio de la década infame y de sus centros de poder políticos, sociales y religiosos. Él mismo lo dijo:"la pornografía en los libros está en proporción a la degeneración del cerebro lector".
Barón Biza ( que dicho sea de paso es un doble apellido, nó un título nobiliario como muchos creen ) es un escritor extremo, auténtico como muy pocos, nadando los abismos del alma humana, y sus cloacas. Nos cuenta con maestría expresiva sobre amores de arrasadora pasión, sobre soñadores desgarradoramente desencantados, o sobre el carácter pútrido de su clase social, siempre dentro un contexto coherente con su maniática vision de la existencia.
Sus mejores momentos son cuando se alza contra esa sociedad de deshonestidad deliberada e insigne hipocresía, que siente un sucio desprecio por todo lo que presunte nobleza y honor, confabulada en defintiva contra su propia conciencia
Por otra parte, la indeseada pero inevitable inserción histórica de Baron Biza dentro de la oligarquía, sumado a su ego - que evidentemente era de tamaño faraónico -, por momentos tiñen sus obras de un discurso exageradamente altisonante y - muy a su pesar - más reaccionario que revolucionario, pero en ningún momento llega a comprometer su visceral poder comunicador.
"El Derecho de Matar", comienza con una carta al Papa atacándalo al más puro estilo Antonin Artaud en " Carta a los Poderes", sólo que Barón Biza eliminó los "intermediarios" e hizo enviar un ejemplar del libro con tapa de plata ( "para que tus porteros lo dejen pasar" ) al Vaticano para entregar el Papa en propias manos.Aquí transcribo algunos fragmentos: (...)"libro que ha recordarle, Señor, la mentira de vuestros oropeles, la falsedad de vuestra prédica, libro que tendrá la cualidad afrodisíaca de recordarle como a los eunucos que no todo es oro y que existe el placer de poseer la vida".Fué excomulgado por la Iglesia y siempre se encargó de expresar públicamente su regocijo por esta excomunión.
Esta es la lista completa de las obras escritas por Raúl Barón Biza ( es importante no confundirlo con su hijo, Jorge Barón Biza, quien también fué escritor, autor del libro El Desierto y Su Semilla, que es el relato de su propia vida dentro de esa familia de alta combustión ):
- Del Ensueño ( 1917 )
- Alma y Carne de Mujer ( 1923 )
- Risas, Lágrimas y Sedas ( 1924 )
- El Derecho de Matar ( 1930 - 1933 )
- Porqué Me Hice Revolucionario ( 1934 )
- Punto Final ( 1942 )
- La Gran Mentira ( 1959 )
- Todo Estaba Sucio ( 1963 )
EL MONUMENTO A MYRIAM STEFFORD
Baron Biza era hijo de millonarios latifundistas cordobeses y llevaba una licenciosa vida de playboy.Estando en Viena, en 1925, conoce a la libriana Rosa Martha Rossi (20/10/1905), una actriz suiza en ascenso que usaba el seudónimo de Myriam Stteford y se casa con ella afincándose en Argentina.Allí, la Stteford se perfecciona en su hobby predilecto: la aviación, convirtiéndose así en una de las primeras mujeres piloto en nuestro país, luego de Amalia Figueredo, Alicia G.Uriburu, Raquel C. Bernet, Enriqueta Fruchard y Adrianne Bolland.Pero trágicamente, en uno de sus vuelos ( en los que intentaba el récord de ser la primer mujer en cubrir todas las provincias argentinas ) su avión se estrella en Marayes,Provincia de San Juan, cortando las alas de Myriam Stefford para siempre. Las características del accidente hacen presumir sabotaje ( sin demasiados fundamentos reales ) y se sospecha del propio Baron Biza, quien por ese entonces se rumoreaba estaba celoso de la relación de su esposa con su co-piloto Fuchs.No obstante, la cosa no pasa más allá de una prensa amarillenta.La Stefford es enterrada en el cementario de La Recoleta pero unos años después Biza decide construír un monumento a la memoria de su esposa, y para ese fin lleva el cuerpo nuevamente a la finca familiar en Córdoba.Así,nace allí "el ala de Myriam Stefford",iniciado el 26 de agosto de 1935 e inaugurado el 30 de agosto de 1936.Raúl le ordena al arquitecto Fausto Newton que el monumento sea más alto que el obelisco porteño ( fueron contemporáneos, ya que el obelisco fué terminado el 23 de mayo de 1936 ).
Esta espectacular obra de hormigón armado mide 82 metros ( 15 metros más que el obelisco ) y fué una gran atracción turística en Córdoba, considerado un "monumento al amor ", aunque actualmente se encuentra en un estado de vergonzoso abandono.Tiene un diseño muy inspirado en la arquitectura egipcia, con un faro y un amarre para zeppelines que nunca fueron utilizados.Unas largas escaleras acaracoladas llevan hasta la cima y en el otro extremo, en la base, se ubica la cripta con los restos de Myriam Stefford, quien fué enterrada con todas sus valiosísimas joyas ( entre las cuales se encontraba un diamante de 48 quilates sobre el cual se decía pesaba la maldición de la muerte de todos sus poseedores ).Se rumoreó ( aunque tampoco se comprobó ) que Barón Biza hizo colocar dinamita alrededor del sepulcro, para que cualquier intento de profanación sea pagado con la muerte ( aunque esto fuera casi imposible, ya que el ataúd y el tubo de cristal cerrado al vacío con las joyas fueron cubiertos por varios metros de cemento ).En el sepulcro aparece grabada la siguiente leyenda: "Maldito sea el violador de esta tumba",también al más puro estilo egipcio.En la parte trasera del monumento, bajo un olivo, se encuentran actualmente enterradas las cenizas de Raúl Barón Biza.
Les dejo además un video que cuenta la parte más escabrosa (y publicitada mediáticamente ) de su vida privada a partir de su segundo casamiento, esta vez con la escorpiana Clotilde Sabattini ( 29/10/1918 ), luego del deceso de su primer esposa.Lo dejo como un opcional, ya que mi intención en esta entrada fué opinar fundamentalmente sobre el escritor como artista.(su situación personal con M.Stefford la mencionamos porque de esta tragedia quedó también la obra artística que fué el monumento que, trascendiendo sobre el tiempo, alzara como amante esposo a la memoria de su mujer).El video tiene una duración de diez minutos para quienes estén interesados en mirarlo.
Asimismo,les dejo este enlace muy activo donde existe una muy buena síntesis de esta historia.Comienza con una entrada bastante inexacta del diario El País, pero que origina en la parte de comentarios aclaraciones excelentes ( en especial de Walterio y Gabriel Waisberg ) , una especie de foro espontáneo.Imperdible si el tema te interesó de veras.Otras tres fuentes importantísimas son: la página "no oficial" de Baron Biza http://www.baronbiza.blogspot.com/ (por ahora un blog con promesa de ser próximamente página web ) y los libros escritos por Federico Minolfi y Christian Ferrer, que comento en nota aparte.
FOTOS SUBIDAS DE LA PAGINA AMIGOS DE BARON BIZA
VIDEO SUBIDO DE YOU TUBE

EL DERECHO DE OPINAR

Raúl Baron Biza fué un escritor visceral, antagónico y controversial como pocos.
Vivió tal cual escribió: su accionar público era premeditadamente escandaloso, y tan excesivo, cínico e irónico como sus obras.Halagado por el odio y por la envidia, Raúl Baron Biza era dichoso.Cada acción, cada aparición mediática era un desborde planeado, controlado, y con un objetivo prefijado: golpear a los cobardes sometidos a la ley moral y orgullosos de su hipocresía y su vulgaridad.
El injusto secuestro y censura pública de todas sus obras no hizo más que agigantar una mística alrededor de un artista que, llevado hasta la realidad de sus libros, es un escritor que deja marcas de agua en el papel.
Una más que interesante cantidad de libros sobre él se han publicado hasta el momento, que no hace más que confirmar el fracaso de quienes intentaron confinarlo al olvido.
Hemos elegido para comentar dos que si bien para muchos resultan antagónicos, para nosotros son complementarios para quien quiera documentarse integralmente sobre la vida y obra de este autor : "Un Artista del Odio", de Federico Minolfi, y "El Inmoralista" de Christian Ferrer.
El de Minolfi ("Un Artista del Odio") es un excelente análisis literario sentido, respetuoso, filosófico, sobre el artista, el escritor de estilo único que nunca perdió vigencia.
Aclara que le interesa como escritor y nó como hombre público, y recomienda esta premisa, obviamente desde una postura de admiración hacia Raúl Baron Biza como creador.
Minolfi realiza un completísimo recorrido cronológico por todas sus obras sin excluír el contexto dentro del cual fué escrita cada una, mientras nos cuenta cómo van produciéndose enormes tragedias, frustraciones y transformaciones en la vida de Baron Biza que influyen en la evolución de su obra literaria, y cómo, con el correr del tiempo, sólo le vá quedando, a decir de Joaquín Sabina, la "inmaculada decepción"
Analiza sus influencias literarias, su personalidad explosiva y su capacidad inigualable para nadar los pantanos más sombríos del alma humana y exprimir las emociones como se exprime un limón, hasta dejarlo agotado.
Concluye que es un autor que eligió un estilo para expresarse que es aquél al que casi todos le huyen: el odio. ( "un pintor de nuestros íntimos horrores" ), y cita a su hijo Jorge Baron Biza, quien al opinar de su padre escribe: "Se abalanzó sobre los ideales con más ingenuidad que planes.Conoció el odio, le gustó más que los ideales y ya no se separó de él".
El de Ferrer ( "El Inmoralista" ) es, como documental, extraordinario. Ferrer es de un estilo detallista, impecable y académico, digno de sus pergaminos personales. Es también una pintura completísima del contexto socio-político de la época en la cual Baron Biza estuvo activamente involucrado como yrigoyenista "rojo", sufriendo el exilio y la cárcel en varias ocasiones.
Lamentablemente el libro no mantiene su nivel cuando su autor se involucra en moralejas y juicios de valor sobre el escritor, sobre sus lectores y sobre su importancia literaria ( en este último tema, llega a rozar el bizarrismo, al tratar de restarle importancia al autor sobre el cual él está escribiendo todo un libro !! ).
Hay que tener mucho cuidado cuando se escribe emitiendo juicios morales, ya que es allí cuando puede aparecer el "golum" que todos tenemos dentro.
En este sentido, el propio Ferrer queda auto-definido en un pasaje de su libro en lo que respecta a sus desacertadas e innecesarias moralejas:"aprendemos más sobre las estrategias del difamador que sobre la sustancia o la pertinencia del maldecido".
No podemos decir que esté en la vereda de enfrente de Minolfi, ya que semejante trabajo ( documentalmente impecable ) sobre este escorpiano "de marca", pareciera esconder - obviamente a nivel inconsciente ya que en lo consciente se esfuerza por demostrar lo contrario - una gran admiración ( o envidia, que es otra máscara de la admiración ).
Para finalizar esta entrada dejo algunos fragmentos de los imperdibles cometarios de Federoco Minolfi en su libro "Baron Biza, Un Artista del Odio":
"No hay nadie como él para desmenuzar quirúrgicamente el odio.(...)con una parsimonia escalofriante(..)hordando una por una las heridas que ocasiona(..).El odio es su arte, como la belleza lírica lo fué para Bécquer(..)Escoge escribir sobre lo que nadie desea escribir. No derrotó a sus fantasmas, y éstos le dieron muerte, pero dejó en el camino varias pinturas bellas e inquietantes de su resignada desesperación(..)"

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