Baxter es un robot con una pantalla táctil como cara que le permite comunicarse más fácilmente con los humanos y lograr una mayor identificación con ellos además de ser muy fácilmente programable por sus compañeros de trabajo orgánicos.
Una combinación de cámaras, y un procesador quead-core se encarga de adaptarlo a las imperfecciones del mundo, y unos actuadores elásticos en sus brazos le otorgan un movimiento más sutil y suave que el de la mayoría de sus equivalente mecánicos, disminuyendo el riesgo de dañar objetos o personas.
Desarrollado por Rethink Robotics con sede en Boston, EE.UU., Baxter está programado para utilizar el sentido común en su puesto de trabajo, adaptándose automáticamente a los cambios de su entorno a través de sus cámaras, sensores y software que le permite ver objetos, sentir fuerzas y entender tareas.
También puede ser entrenado como una persona, y tarda alrededor de 30 minutos en aprender nuevas tareas.
A un precio de 22.000 dólares, Baxter ha sido diseñado específicamente para ser introducido en medianas y pequeñas empresas de manufacturas para quienes hasta ahora era imposible incorporar robots.
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