La primer evidencia de la destrucción de un planeta a manos de su envejecida estrella ha sido descubierta por un equipo internacional de astrónomos.
El planeta en cuestión fue devorado por la estrella BD + 48 740 cuando ésta comenzó a expandirse como "gigante roja", el equivalente estelar de la vejez, proceso durante el cual el núcleo del sol eleva su temperatura y provoca su expansión y la consecuente destrucción de los planetas cercanos.
Un destino similar puede esperarle a los planetas interiores de nuestro sistema solar ( incluída la Tierra ), cuando el Sol se convierta en una gigante roja y se expanda hasta llegar a la órbita de la Tierra, dentro de unos cinco mil millones de años a partir de ahora.
El evento fue detectado a través del uso del telescopio Hobby-Everly , y en la observación también se descubrió que la estrella en cuestión posee una cantidad anormal de litio, una rareza pocas veces detectada.
Otro hallazgo que sorprendió a los astrónomos fue el descubrimiento de un planeta con una masa al menos 1,6 veces la de Júpiter alrededor de ese sol, con la órbita más elíptica jamás observada en los sistemas estelares evolucionados.
El planeta en cuestión fue devorado por la estrella BD + 48 740 cuando ésta comenzó a expandirse como "gigante roja", el equivalente estelar de la vejez, proceso durante el cual el núcleo del sol eleva su temperatura y provoca su expansión y la consecuente destrucción de los planetas cercanos.
Un destino similar puede esperarle a los planetas interiores de nuestro sistema solar ( incluída la Tierra ), cuando el Sol se convierta en una gigante roja y se expanda hasta llegar a la órbita de la Tierra, dentro de unos cinco mil millones de años a partir de ahora.
El evento fue detectado a través del uso del telescopio Hobby-Everly , y en la observación también se descubrió que la estrella en cuestión posee una cantidad anormal de litio, una rareza pocas veces detectada.
El estudio fue publicado en la revista Astrophysical Journal Letters por su autor principal, Alex Wolszczan y otros miembros del equipo: Monika Adamow, Nowak Grzegorz, y Andrzej Niedzielski de la Nicolaus Copernicus University de Torun, Polonia y Eva Villaver de la Universidad Autónoma de Madrid en España, quien señaló: "atrapar el momento en el cual un planeta es devorado por su estrella es un deseo prácticamente imposible de cumplir debido a lo rápido que ocurre el proceso, pero puede ser inferido gracias a las huellas químicas que deja" .
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