Arnold volaba con su avión privado Callair sobre Cascade Mountain, en las cercanías del Monte Rainer, Washington, EE.UU., la tarde del 24 de junio de 1947 cuando repentinamente se vio asediado por nueve objetos brillantes con formas similares a un boomerang que se dirigían a toda velocidad hacia el cercano Monte Adams.
Apenas aterrizó, Arnold se dirigio a la oficina del FBI local en Pendleton, Oregon, a reportar su avistamiento como un "reporte patriótico", ya que consideraba que las naves podían representar una seria amenaza para la seguridad de su pais, pero al encontrar la oficina cerrada se decidió a compartir su experiencia con el editor del diario local East Oregonian, a quien describió el movimiento de las enigmáticas naves como " un disco o plato al rebotar en el agua", de cuya tergiversación periodística nació el término "platos o platillos voladores".
La publicación casi instantánea de su experiencia le dió una inesperada trascendencia nacional, y todos los medios más importantes del país comenzaron a difundirla tiñiéndola de las más diversas especulaciones, e, inevitablemente, deformaciones.
La popularidad del evento se incrementó aún más cuando trascendió que otros testigos civiles habían reportado avistajes simultáneos al de Arnold respaldando su versión, y como frutilla del postre, pocos días después se produjo el famoso Incidente Roswell, evento durante el cual una supuesta nave extraterrestre se estrelló en Nuevo México en las cercanías de una base militar estadounidense y el gobierno de los EE.UU. declaró en un primer momento haber secuestrado un platillo volador y capturado a sus tripulantes, aunque casi inmediatamente después se desdijo desmintiendo todo y aduciendo que se trataba de experimentos militares secretos y que los supuestos cuerpos eran muñecos tipo crash dummies para probar la resistencia corporal (¿?).
Se estaba al borde de una histeria colectiva y el gobierno decidió poner paños fríos a través de la negación, ya que las agencias de inteligencia sospechaban fuertemente que se trataba de una campaña creada de ex profeso por los rusos para sembrar el pánico en la ciudadanía estadounidense ( una suposición empíricamente absurda, pues si los rusos hubieran poseído naves con semejante poderío, no habrían perdido su tiempo asustando norteamericanos, sinó que las hubieran usado contra ellos contundentemente, pero en ese entonces, de manera idéntica que ahora, se vivía una paranoia galopante en todos los ámbitos ).
Esta campaña lamentablemente incluyó intentos de cuestionar la profesionalidad e integridad de Arnold, que fue rebatido por expertos de la Fuerza Aérea ( las fuentes militares, inicialmente guardaron total silencio y no realizaron comentarios sobre el suceso y sólo aparecieron luego de que el evento creció mediáticamente ) e incluso ridiculizado por algunos medios de comunicación, que en ese entonces funcionaban sumisamente supeditados a las indicaciones del gobierno, en aras de una actitud patriótica ante la permanente amenaza rusa.
Kenneth Arnold, tenía en ese entonces 32 años, y reportó que los OVNIs se movían a una velocidad de por lo menos 2.000 kilómetros por hora desplazándose inteligentemente, en formación y siguiendo a un líder.
Aquí la transripción de un cable de Associated Press que daba cuenta del caso:
PENDLETON, Oregon (AP) -- Nueve objetos brillantes con forma de 'plato' volando a increíble velocidad a una altura de 3.000 metros (10.000 pies) fueron reportados ayer [Junio 24, 1947] por el piloto Kenneth Arnold en Boise, Idaho quien desestimó especular acerca del origen de los mismos.
Arnold, empleado del Servcio Forestal de los EE.UU. se encontraba abocado a la búsqueda de un aeroplano perdido cuando observó los misteriosos objetos el día jueves a las 15:00 hs. que volaban entre el Monte Rainier y el Monte Adams en el estado de Washington, según afirmó, y parecían hacerlo en formación.
Arnold indicó haber cronometrado su vuelo y estimó que se desplazaban a una velocidad de cercana a los 2.000 kilómetros (1.200 millas) por hora.
Interrogado en Yakima (Washington) acerca del suceso manifestó estar perplejo pero añadio haber conversado con una persona que no identificó procedente de Ukiah (California) quien le aseguró haber visto objetos similares el 22 de junio sobre las montañas de Ukiah.
'Parece imposible, añadió Arnold, pero asi es'.
En Washington DC el Departamento de Guerra manifesto no contar con información acerca del misterioso suceso.
Un vocero del Ejército, sorprendido por el reporte de Arnold acerca de objetos volando a 2.000 kilometros (1.200 millas) por hora declaró:
'Por lo que se ningún objeto vuela tan rápido, a excepción de los cohetes V-2 que lo hacen a una velocidad cercana a los 6.000 kilómetros (3.500 millas) por hora y eso es demasiado rápido como para poder ser vistos.'
Las manifestaciones de Arnold fueron respaldadas en primer término por un testigo de nombre Savage, en Oklahoma City, que declaró haber observado desde tierra el desplazamiento de OVNIS en el cielo a increíbles velocidades, mencionando en su testimonio un particular zumbido que supuso proveniente de los objetos, que además habían dejado trazas visibles al desplazarse por el cielo.
Sin embargo, Savage apareció con su historia sólo después de que la historia de Arnold alcanzó relieve mediático, pero existió otro caso, aparentemente anterior en un día al de Kenneth: en Bakersfield, California un veterano aviador llamado Richard Rankin, que contaba en su haber con más de 7.000 horas de vuelo, y habría observado una formación de entre 7 y 10 OVNIs y no dudó en afirmar que se trataba de una tecnología muy superior a la militar de su país.
Como consecuencia del revuelo imperante, su testimonio fue publicado seis días después del avistamiento del Monte Rainer en el Oregon Daily Journal, y Rankin, al igual que Savage, manifestó que se había decidido a brindar testimonio debido a la trascendencia que estaba adquiriendo el fenómeno de los "platillos voladores".
La oleada de extrañas apariciones aéreas sobre EE.UU. continuó acumulándose en días siguientes, a lo largo y a lo ancho del país: Oregon, Washington, Bellingham, Portland, Wentachee, Yakima y toda la costa oeste.
Canadá, por su parte, no tardó en "contagiarse", reportándo más de 100 casos, y la situación pareció superar la capacidad de militares y científicos para tratar de desestimar, minimizar o explicar racionalmente el asunto como fenómenos de reflexión del sol.
Pese a que en aquel entonces la tecnología no permitía filmaciones ni fotografías de alta calidad, un testigo en Eugene logró tomar una fotografía con una cámara de bajo costo, que mostraba pequeños puntos en supuesta formación aérea, pero que los laboratorios desestimarían atribuyéndolos a defectos del negativo ( sin tener en cuenta la declaración del improvisado fotógrafo de que se trataba de los objetos voladores que él había presenciado ).
El avistamiento de Kenneth Arnold, además de inaugurar una gigantesca oleada OVNI durante todo 1947, significó el debut mediático oficial del fenómeno OVNI, y, aunque muy lejos de ser el primero de la historia moderna, fue el que detonó un fenómeno que luego marcaría toda una época, y no sólo en los Estados Unidos sinó en todo el planeta Tierra.
Los servicios secretos estadounidenses crearon el "inexistente" "Libro Azul" para estudiarlos en secreto ( todos los gobiernos del mundo tienen un equivalente a este registro ) mientras en público se perfeccionaban en el arte de ridiculizar a quienes cada vez en menor número intentaban relatar sus experiencias por temor al descrédito, pese a lo cual en 1952 un operador de radar y posteriormente varios cazas militares reportaron un grupo de OVNIs volando sobre Washington, evento del cual ya hemos hablado extensamente en posts anteriores.
La publicación casi instantánea de su experiencia le dió una inesperada trascendencia nacional, y todos los medios más importantes del país comenzaron a difundirla tiñiéndola de las más diversas especulaciones, e, inevitablemente, deformaciones.
La popularidad del evento se incrementó aún más cuando trascendió que otros testigos civiles habían reportado avistajes simultáneos al de Arnold respaldando su versión, y como frutilla del postre, pocos días después se produjo el famoso Incidente Roswell, evento durante el cual una supuesta nave extraterrestre se estrelló en Nuevo México en las cercanías de una base militar estadounidense y el gobierno de los EE.UU. declaró en un primer momento haber secuestrado un platillo volador y capturado a sus tripulantes, aunque casi inmediatamente después se desdijo desmintiendo todo y aduciendo que se trataba de experimentos militares secretos y que los supuestos cuerpos eran muñecos tipo crash dummies para probar la resistencia corporal (¿?).
Se estaba al borde de una histeria colectiva y el gobierno decidió poner paños fríos a través de la negación, ya que las agencias de inteligencia sospechaban fuertemente que se trataba de una campaña creada de ex profeso por los rusos para sembrar el pánico en la ciudadanía estadounidense ( una suposición empíricamente absurda, pues si los rusos hubieran poseído naves con semejante poderío, no habrían perdido su tiempo asustando norteamericanos, sinó que las hubieran usado contra ellos contundentemente, pero en ese entonces, de manera idéntica que ahora, se vivía una paranoia galopante en todos los ámbitos ).
Esta campaña lamentablemente incluyó intentos de cuestionar la profesionalidad e integridad de Arnold, que fue rebatido por expertos de la Fuerza Aérea ( las fuentes militares, inicialmente guardaron total silencio y no realizaron comentarios sobre el suceso y sólo aparecieron luego de que el evento creció mediáticamente ) e incluso ridiculizado por algunos medios de comunicación, que en ese entonces funcionaban sumisamente supeditados a las indicaciones del gobierno, en aras de una actitud patriótica ante la permanente amenaza rusa.
Kenneth Arnold, tenía en ese entonces 32 años, y reportó que los OVNIs se movían a una velocidad de por lo menos 2.000 kilómetros por hora desplazándose inteligentemente, en formación y siguiendo a un líder.
Aquí la transripción de un cable de Associated Press que daba cuenta del caso:
PENDLETON, Oregon (AP) -- Nueve objetos brillantes con forma de 'plato' volando a increíble velocidad a una altura de 3.000 metros (10.000 pies) fueron reportados ayer [Junio 24, 1947] por el piloto Kenneth Arnold en Boise, Idaho quien desestimó especular acerca del origen de los mismos.
Arnold, empleado del Servcio Forestal de los EE.UU. se encontraba abocado a la búsqueda de un aeroplano perdido cuando observó los misteriosos objetos el día jueves a las 15:00 hs. que volaban entre el Monte Rainier y el Monte Adams en el estado de Washington, según afirmó, y parecían hacerlo en formación.
Arnold indicó haber cronometrado su vuelo y estimó que se desplazaban a una velocidad de cercana a los 2.000 kilómetros (1.200 millas) por hora.
Interrogado en Yakima (Washington) acerca del suceso manifestó estar perplejo pero añadio haber conversado con una persona que no identificó procedente de Ukiah (California) quien le aseguró haber visto objetos similares el 22 de junio sobre las montañas de Ukiah.
'Parece imposible, añadió Arnold, pero asi es'.
En Washington DC el Departamento de Guerra manifesto no contar con información acerca del misterioso suceso.
Un vocero del Ejército, sorprendido por el reporte de Arnold acerca de objetos volando a 2.000 kilometros (1.200 millas) por hora declaró:
'Por lo que se ningún objeto vuela tan rápido, a excepción de los cohetes V-2 que lo hacen a una velocidad cercana a los 6.000 kilómetros (3.500 millas) por hora y eso es demasiado rápido como para poder ser vistos.'
Las manifestaciones de Arnold fueron respaldadas en primer término por un testigo de nombre Savage, en Oklahoma City, que declaró haber observado desde tierra el desplazamiento de OVNIS en el cielo a increíbles velocidades, mencionando en su testimonio un particular zumbido que supuso proveniente de los objetos, que además habían dejado trazas visibles al desplazarse por el cielo.
Sin embargo, Savage apareció con su historia sólo después de que la historia de Arnold alcanzó relieve mediático, pero existió otro caso, aparentemente anterior en un día al de Kenneth: en Bakersfield, California un veterano aviador llamado Richard Rankin, que contaba en su haber con más de 7.000 horas de vuelo, y habría observado una formación de entre 7 y 10 OVNIs y no dudó en afirmar que se trataba de una tecnología muy superior a la militar de su país.
Como consecuencia del revuelo imperante, su testimonio fue publicado seis días después del avistamiento del Monte Rainer en el Oregon Daily Journal, y Rankin, al igual que Savage, manifestó que se había decidido a brindar testimonio debido a la trascendencia que estaba adquiriendo el fenómeno de los "platillos voladores".
La oleada de extrañas apariciones aéreas sobre EE.UU. continuó acumulándose en días siguientes, a lo largo y a lo ancho del país: Oregon, Washington, Bellingham, Portland, Wentachee, Yakima y toda la costa oeste.
Canadá, por su parte, no tardó en "contagiarse", reportándo más de 100 casos, y la situación pareció superar la capacidad de militares y científicos para tratar de desestimar, minimizar o explicar racionalmente el asunto como fenómenos de reflexión del sol.
Pese a que en aquel entonces la tecnología no permitía filmaciones ni fotografías de alta calidad, un testigo en Eugene logró tomar una fotografía con una cámara de bajo costo, que mostraba pequeños puntos en supuesta formación aérea, pero que los laboratorios desestimarían atribuyéndolos a defectos del negativo ( sin tener en cuenta la declaración del improvisado fotógrafo de que se trataba de los objetos voladores que él había presenciado ).
El avistamiento de Kenneth Arnold, además de inaugurar una gigantesca oleada OVNI durante todo 1947, significó el debut mediático oficial del fenómeno OVNI, y, aunque muy lejos de ser el primero de la historia moderna, fue el que detonó un fenómeno que luego marcaría toda una época, y no sólo en los Estados Unidos sinó en todo el planeta Tierra.
Los servicios secretos estadounidenses crearon el "inexistente" "Libro Azul" para estudiarlos en secreto ( todos los gobiernos del mundo tienen un equivalente a este registro ) mientras en público se perfeccionaban en el arte de ridiculizar a quienes cada vez en menor número intentaban relatar sus experiencias por temor al descrédito, pese a lo cual en 1952 un operador de radar y posteriormente varios cazas militares reportaron un grupo de OVNIs volando sobre Washington, evento del cual ya hemos hablado extensamente en posts anteriores.
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