Una revolucionaria arma que utiliza un láser de alta potencia de 50 kW fue probada en Suiza con éxito acertando a un blanco del tamaño y con la velocidad de un proyectil a una distancia de casi tres kilómetros, asumiendo el control total de seguimiento óptico y posterior destrucción.
Rheinmetall Defence, la empresa alemana que lo desarrolló, dice que podría llegar a convertirse en un arma de uso común en el campo de batalla, y está desarrollando una versión más pequeña que podría ser llevado a la primera línea para proteger a las tropas.
El equipo también puede ser utilizado para rastrear y explotar bolas del tamaño de una granada de mortero, siempre utilizando un sistema de detección de radar llamado Sky Guard.
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