No es necesario ser un matemático para saber que, cuando se lanza una moneda, las probabilidades de que caiga en cara o seca es de 50-50.
Pero lo que mucha gente parece olvidar, o al menos eso piensa el profesor de mateméticas de la Universidad de Stanford Persi Diaconis, es que las cosas casi nunca son iguales como se cree, y por lo tanto tampoco lo son tan uniformes las probabilidades de adivinar correctamente como se podría pensar.
La razón tiene mucho que ver con la física que la probabilidad: según Diaconis, un sesgo natural se produce cuando las monedas caen luego de dar vueltas, lo cual dá como resultado que el lado que estaba originalmente hacia arriba caiga en la misma posición el 51 por ciento de las veces.
Esto significa que si una moneda se lanza con la cara hacia arriba, caerá de la misma manera 51 de cada 100 veces.
Diaconis llegó a esta conclusión después de determinar que no importa lo alto y fuerte que se lance la moneda.
Para entender mejor la relación, se puede tomar el ejemplo de los números pares e impares a partir de uno: no importa en qué número se detenga, nunca habrá más números pares de números impares en esa secuencia, y tirando la moneda ocurre lo mismo.
Diaconis y su equipo registraron con una cámara de alta velocidad, una enorme cantidad de secuencias en las cuales diferentes humanos arrojaban la moneda, y el márgen terminó, efectivamente con un 51-49 por ciento.
La aleatoriedad se atribuye al hecho de que hay un número de diferentes movimientos que la moneda es probable que haga.
Por ejemplo, demostró que no sólo se mueven de un extremo a otro, sino que también realizan un movimiento circular, y también encontró, atando una cinta a la moneda, que hay maneras de lanzar en las que parece que está cayendo en el aire, pero en realidad, no se mueve en absoluto ( en 4 de 10 casos, la cinta seguía estando plana luego del lanzamiento ).
Si bien el márgen es relativamente pequeño, no deja de ser un sorprendente descubrimiento,
Diaconis también determinó que la probabilidad de adivinar de qué lado caerá una moneda girando puede estar sesgada en más en una dirección: una moneda con relieve tiene aproximadamente un 80 % de posibilidades de caer del lado de la cruz, porque el lado del rostro o figura es más pesado pues se ocupa más material en su confección, y el centro de la masa de la moneda buscará hacerla caer hacia su lado más pesado ( siempre y cuando sea una moneda nueva, ya que en una muy usada, puede ser compensada en peso por suciedades acumuladas ).
Pero lo que mucha gente parece olvidar, o al menos eso piensa el profesor de mateméticas de la Universidad de Stanford Persi Diaconis, es que las cosas casi nunca son iguales como se cree, y por lo tanto tampoco lo son tan uniformes las probabilidades de adivinar correctamente como se podría pensar.
La razón tiene mucho que ver con la física que la probabilidad: según Diaconis, un sesgo natural se produce cuando las monedas caen luego de dar vueltas, lo cual dá como resultado que el lado que estaba originalmente hacia arriba caiga en la misma posición el 51 por ciento de las veces.
Esto significa que si una moneda se lanza con la cara hacia arriba, caerá de la misma manera 51 de cada 100 veces.
Diaconis llegó a esta conclusión después de determinar que no importa lo alto y fuerte que se lance la moneda.
Para entender mejor la relación, se puede tomar el ejemplo de los números pares e impares a partir de uno: no importa en qué número se detenga, nunca habrá más números pares de números impares en esa secuencia, y tirando la moneda ocurre lo mismo.
Diaconis y su equipo registraron con una cámara de alta velocidad, una enorme cantidad de secuencias en las cuales diferentes humanos arrojaban la moneda, y el márgen terminó, efectivamente con un 51-49 por ciento.
La aleatoriedad se atribuye al hecho de que hay un número de diferentes movimientos que la moneda es probable que haga.
Por ejemplo, demostró que no sólo se mueven de un extremo a otro, sino que también realizan un movimiento circular, y también encontró, atando una cinta a la moneda, que hay maneras de lanzar en las que parece que está cayendo en el aire, pero en realidad, no se mueve en absoluto ( en 4 de 10 casos, la cinta seguía estando plana luego del lanzamiento ).
Si bien el márgen es relativamente pequeño, no deja de ser un sorprendente descubrimiento,
Diaconis también determinó que la probabilidad de adivinar de qué lado caerá una moneda girando puede estar sesgada en más en una dirección: una moneda con relieve tiene aproximadamente un 80 % de posibilidades de caer del lado de la cruz, porque el lado del rostro o figura es más pesado pues se ocupa más material en su confección, y el centro de la masa de la moneda buscará hacerla caer hacia su lado más pesado ( siempre y cuando sea una moneda nueva, ya que en una muy usada, puede ser compensada en peso por suciedades acumuladas ).
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