La reiteración de episodios que involucran a la policía norteamericana haciendo un uso desmedido e injustificado de la fuerza parece crecer exponencialmente, y ya es tiempo de preguntarse si se trata de simples "coincidencias" o existen causas subyacentes.
Luego de los recientes episodios que tuvieron como protagonista a la NYPD, que primero dispararon más de una decena de veces sobre un vagabundo que consumía marihuana mientras blandía un enorme cuchillo en plena calle y posteriormente balearon en la cabeza a un perro que intentaba defender a su amo, ahora el centro de gravedad del descontrol policial se trasladó a Los Ángeles, donde un joven fue brutalmente apaleado por el sólo hecho de circular en monopatín por el lado equivocado de la calle, en dirección contraria al tráfico para, según declaraciones de un amigo, tratar de evitar unos pandilleros que se encontraban apostados en la otra acera.
Ronald Weekley Jr., de 20 años de edad fue golpeado repetidamente en la cara luego de ser empujado al suelo e inmovilizado y la paliza le dejó la nariz y el pómulo rotos y varias contusiones.
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