La Reina Escorpion

Amor dentro de un ataúd...
Tras estar 32 días con miles de escorpiones, pasará su noche de bodas en un féretro con un hombre que se encerró con mil ciempiés

JUAN PABLO CARDENAL. Especial para EL MUNDOSHANGHAI.-

Hay gente por ahí que está para atar o simplemente se aburre un montón. Los últimos bichos raros del momento se llaman Kanchana Ketkaew y Bunthawee Siengwong, dos tailandeses que después de pasar, respectivamente, 32 días en una jaula de cristal con 3.400 escorpiones y 28 días con 1.000 ciempiés, ahora dicen que se han enamorado como dos tortolitos y que, después de su próximo e inminente enlace matrimonial, pasarán la noche de bodas en el interior de un ataúd.
Imaginen el romanticismo desbordándose tras el pertinente susurro al oído: «Nena, hagámoslo en el ataúd. Ahora mismo». Es de suponer, aunque no lo han aclarado, que su amor se consumará a tapadera descubierta, no sea que quien tome la posición dominante acabe desnucado.
La parejita se conoció hace poco en la isla tailandesa de Ko Samui, mientras ambos realizaban sus respectivos shows en una granja de serpientes. Kanchana Ketkaew, la reina tailandesa de los escorpiones, saltó a las páginas del Libro Guinness de los Récords en 2002 cuando permaneció en 12 metros cuadrados de jaula de cristal en compañía de, nada menos, 3.400 escorpiones negros de varios centímetros de largo.
Los arácnidos le picaron nueve veces durante los 32 días que permaneció encerrada, pero sobrevivió.
Su futuro marido, Bunthawee Siengwong, rey de los ciempiés, rompió el record de Tailandia al convivir 28 días con tan agradables criaturas.
El caso es que, poco después de conocerse -él 29 años, ella 36- y jurarse amor eterno, han decidido casarse el próximo día de San Valentín, como marca la tradición tailandesa. Lo harán en una casa encantada en la localidad de Pattaya, a 80 kilómetros de Bangkok, y en una ceremonia de grupo que han bautizado como «Hasta que la muerte nos separe». Para que nada falte, el vestuario nupcial estará manchado de sangre, no sea que la ceremonia quede demasiado sosa. Por supuesto, la pareja está patrocinada por el museo Ripley Créetelo o No de Pattaya, otra rareza en formato freaky que puso en marcha un fulano que fracasó como dibujante de cómics y que se dedicó a recopilar rarezas por 200 países.

Pero volvamos a los escorpiones. «Era como estar en una habitación de casa, sólo que con miles de pequeños amigos», declaró con un par la amiga Kanchana cuando salió de su experiencia de un mes con los escorpiones. «Son unos animales preciosos, parecen cangrejos pequeños. Sólo pican cuando están asustados», insistió.
Pese a su proeza, a Kanchana le salió una dura competidora en Malasia: Nur Malena Hassan, que en 2004 pasó 36 días en compañía de 6.060 escorpiones, arrebatándole el récord del mundo. Se dedicó todos esos días a leer, ver televisión y saludar a los curiosos.Sólo salía de la jaula 15 minutos al día para ir al lavabo, obviamente, y dos minutos el día de su 27 cumpleaños para cortar la tarta.
«No dormía más que cuatro horas al día, porque los escorpiones son más activos de noche. Hay mucha tensión viviendo con ellos», dijo Nur Malena Hassan, que se pasó cinco años entrenando para acabar resistiendo las picaduras y el veneno de los arácnidos.
Gracias a la inmunidad creada, Nur Malena Hassan pudo aguantar las 17 picaduras que le infligieron los bichos. Lo que tiene su mérito, porque el veneno de los escorpiones contiene 80 toxinas diferentes, 10 de ellas muy venenosas para el hombre. Estas toxinas, nada más ser inoculadas por el aguijón del arácnido, viajan rápidamente por la sangre humana para atacar ahí donde duele: páncreas, corazón y pulmones.
Cuando un escorpión alcanza a un mortal con su aguijón, lo primero que ocurre es que se le eriza a uno la piel, hasta ponérsele de carne de gallina. Luego aparecen los síntomas del miedo: calambres, dificultad respiratoria, salivación, convulsiones, relajación del esfínter, fiebre y vómitos. Y de ahí al paro cardiaco, la pancreatitis o el edema pulmonar, dicen que va un paso.
Por tanto, es de suponer también que Kanchana Ketkaew y Bunthawee Siengwong, los dos excéntricos tortolitos de la pasión y amantes de las experiencias al límite, no consumarán su enlace en el ataúd en compañía de los arácnidos que tanto les gustan. Ya lo anunciaron en una rueda de prensa en un hotel de Bangkok. Sobre todo por lo de la relajación del esfínter. Dios mío, imagínense el desastre. ¿Entrarán de nuevo en el Libro Guinnes de los Récords?
LO DICHO Y HECHO
«Estar con 3.400 escorpiones es como estar con miles de amigos.Sólo pican cuando se asustan»
1969: Nace en Tailandia. 2002: Bate el récord del mundo de permanencia con escorpiones: se pasa 32 días en una jaula de cristal en compañía de 3.400 arácnidos. 2004: La malaya Nur Malena Hassan le arrebata este récord. Por entonces, Kanchana conoce a su futuro marido mientras realiza espectáculos con animales en la isla de Ko Saumui.2006: El 14 de febrero se casará y consumará su enlace matrimonial en el interior de un ataúd.