Este vestido de la diseñadora holandesa Anouk Wipprecht , una estrella en ascenso en el campo del diseño, con clientes de la talla de los Balck Eyed Peas o Fergie, pretende explorar la interacción entre la moda y la tecnología.
Como una araña real, el inquietante vestido creado en colaboración con el ingeniero informático vienés Daniel Schatzmayr, responde a los estímulos externos bailando alrededor del cuerpo del usuario.
El vestido tiene sensores que se mueven en respuesta a lo que está sucediendo a su alrededor y busca movilizar cuestiones relacionadas con la interacción entre máquinas y humanos, el espacio personal, el control y la privacidad.
"Otorga una sensación lúdica de poder y de emoción"- asegura la pareja creadora del traje robótico.
El vestido de la señora Wipprecht está hecho de materiales que varían desde lo opaco a lo transparente en respuesta al nivel de excitación de la portadora, medida por su frecuencia cardíaca.
"Estoy interesada en cómo la utilización de la electrónica como una extensión de uno mismo, puede influír en los procesos emocionales, sociales y psicológicos."- explica su creadora.
Trabajos anteriores de Wipprecht incluyen un vestido que emite una "cortina de humo" de hielo seco para camuflar a su portador cuando alguien se acerca.
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