Un macabro hallazgo, aparentemente vinculado con el tráfico de órganos, fue protagonizado por inspectores de aduana en el Aeropuerto Internacional O'Hare de Chicago, cuando hallaron 18 cabezas humanas, todavía cubiertas de piel, que aparentemente iban a ser enviadas al extranjero para ser comercializadas en el mercado negro, aunque también podrían tratarse de muestras médicas legales.
El servicio de Protección de Aduanera y Fronteriza de EE.UU. se negó a hacer mayores comentarios del incidente al periodismo, ni a qué país iban a ser enviadas las cabezas, aunque el portavoz del Departamento de Seguridad Nacional Brian Bell le aclaró al periódico Chicago Herald Sun que el envío de ese tipo de muestras médicas es totalmente legal, siempre y cuando esté respaldado por la documentación pertinente.
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