Una de cada tres mujeres sufre de depresión post-sexo, según una investigación llevada a cabo por científicos australianos del Instituto de Tecnología de Queensland liderados por Robert Shweitzer, que interrogaron a más de 200 mujeres jóvenes sobre su vida entre las sábanas, de las cuales el 33 por ciento reportó haberse sentido deprimida después del acto sexual en algún momento de sus vidas.
Los investigadores ahora están tratando de entender por qué algunas personas experimentan este fenómeno, aparentemente contradictorio con las sensaciones de bienestar y relajación psicológica y física que suelen provocar normalmente.
En algunas personas, las sensaciones son marcadamente contrarias, como melancolía, llanto, angustia, ansiedad, irritabilidad o inquietud.
El profesor Shweitzer dice que las razones no son fáciles de explicar y se trata de una zona muy poco investigada con pocos estudios publicados sobre el período post-coital y ha iniciado una serie de entrevistas con personas que experimentan estas sensaciones angustionas para lograr una mejor comprensión de su experiencia en relaciones sexuales consentidas.
La correlación del abuso sexual con los sentimientos de depresión después del sexo sólo fue moderada, y sugirió que existen otros factores más influyentes, como por ejemplo la predisposición biológica.
Se espera que el estudio ayude a las personas que sufren disforia poscoital.
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