Una simple luz azul puede ser tan efectiva como una gran taza de café o una lata de Red Bull para mantenerse despierto tras el volante, según una investigación desarrollada por la Universidad Segalen Bordeaux, de Francia, quienes conjuntamente con sus colegas suecos demostraron que la exposición constante a la luz azul es tan eficaz como el café para mejorar el estado de alerta en los conductores que manejan de noche.
Los hallazgos podrían allanar el camino para el desarrollo de un sistema electrónico anti-sueño incorporado a los propios vehículos que podría ser crucial en la prevención de accidentes fatales.
La somnolencia es responsable de un tercio de las muertes en las autopistas, ya que reduce el estado de alerta del conductor, los reflejos y la percepción visual.
La luz azul aumenta el estado de alerta mediante la estimulación de las células nerviosas ganglionares de la retina, una membrana situada en la parte posterior del ojo.
Estas células están conectadas a las áreas del cerebro que controlan el estado de alerta y su estimulación con luz azul detiene la secreción de melatonina, la hormona que disminuye el estado de alerta durante la noche.
Los hallazgos de los investigadores, publicados en la revista PLoS One. se basan en pruebas realizadas en condiciones reales de conducción, a diferencia de estudios previos realizados sólo con tareas cognitivas simples.
48 voluntarios varones (edad media 33,2) condjueron 400 kilometros a través de una autopista en tres rondas nocturnas y un descanso de 15 minutos a mitad de la jornada, y durante cada una de las tres noches, fueron expuestos a la luz azul continua, o se les dió de beber dos tazas de café (una antes de la salida y una durante la pausa). algunos conteniendo 200 mg de cafeína y otros descafeinado, como placebo.
Los investigadores hallaron que los conductores expuestos a la luz azul no se vieron afectados por el sueño tras los viajes, y luego analizaron el número de veces que un conductor invadió las marcas viales ( reflejo de una disminución en la lucidez mental ) y resultó que, en promedio, la línea se cruzó accidentalmente 15 veces por parte de los conductores expuestos a la luz azul, 13 veces por aquellos que habían tomado café y 26 veces por aquellos que habían tomado el placebo.
Por lo tanto, la exposición continua a luz azul mientras se conduce parece ser tan eficaz como el café para luchar contra la somnolencia, siempre que esta luz no sea un obstáculo para el conductor.
Sin embargo, ocho de los 48 voluntarios (17 por ciento) encontraron que la luz los deslumbraba y no les permitía hacer la prueba.
Los investigadores están ahora buscando ampliar las pruebas con un mayor número de voluntarios, entre ellos mujeres y ancianos.
Los hallazgos podrían allanar el camino para el desarrollo de un sistema electrónico anti-sueño incorporado a los propios vehículos que podría ser crucial en la prevención de accidentes fatales.
La somnolencia es responsable de un tercio de las muertes en las autopistas, ya que reduce el estado de alerta del conductor, los reflejos y la percepción visual.
La luz azul aumenta el estado de alerta mediante la estimulación de las células nerviosas ganglionares de la retina, una membrana situada en la parte posterior del ojo.
Estas células están conectadas a las áreas del cerebro que controlan el estado de alerta y su estimulación con luz azul detiene la secreción de melatonina, la hormona que disminuye el estado de alerta durante la noche.
Los hallazgos de los investigadores, publicados en la revista PLoS One. se basan en pruebas realizadas en condiciones reales de conducción, a diferencia de estudios previos realizados sólo con tareas cognitivas simples.
48 voluntarios varones (edad media 33,2) condjueron 400 kilometros a través de una autopista en tres rondas nocturnas y un descanso de 15 minutos a mitad de la jornada, y durante cada una de las tres noches, fueron expuestos a la luz azul continua, o se les dió de beber dos tazas de café (una antes de la salida y una durante la pausa). algunos conteniendo 200 mg de cafeína y otros descafeinado, como placebo.
Los investigadores hallaron que los conductores expuestos a la luz azul no se vieron afectados por el sueño tras los viajes, y luego analizaron el número de veces que un conductor invadió las marcas viales ( reflejo de una disminución en la lucidez mental ) y resultó que, en promedio, la línea se cruzó accidentalmente 15 veces por parte de los conductores expuestos a la luz azul, 13 veces por aquellos que habían tomado café y 26 veces por aquellos que habían tomado el placebo.
Por lo tanto, la exposición continua a luz azul mientras se conduce parece ser tan eficaz como el café para luchar contra la somnolencia, siempre que esta luz no sea un obstáculo para el conductor.
Sin embargo, ocho de los 48 voluntarios (17 por ciento) encontraron que la luz los deslumbraba y no les permitía hacer la prueba.
Los investigadores están ahora buscando ampliar las pruebas con un mayor número de voluntarios, entre ellos mujeres y ancianos.
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