Ya hemos tratado hasta el hartazgo en este blog la precaria situación de la planta nuclear japonesa de Fukushima Daiichi, que jamás fue contenida y técnicamente es todavía hoy un desastre en curso, es decir, sin ningún control humano sobre él.
La espantosa administradora encargada de la seguridad de la planta, la tristemente célebre TEPCO jamás hizo lo que se debía hacer para contener el desastre, y lo negó neciamente hasta que finalmente, hace unos pocos días, lo reconoció, aunque, por supuesto, muy livianamente, y nunca con los alcances reales de su inoperancia asesina, para la cual contó con la flagrante complicidad de los funcionarios gubernamentales que en aquel entonces estaban en el poder en Japón.
En este blog, se podrán encontrar decenas de advertencias y comentarios sobre que la situación continúa empeorando, ante la pasmosa indiferencia de los medios periodísticos masivos.
Por suerte hay excepciones, y el ex embajador japonés en Suiza y Senegal, Mitsuhei Murata, en el transcurso de una reciente entrevista, rompió el silencio y advirtió que el suelo sobre el que se asienta la unidad 4 de la central, que contiene más de 1.500 barras de combustible nuclear gastado y 37 millones de curios de radiación mortal, se está hundiendo y que toda la estructura podría estar al borde del colapso, lo cual generaría la liberación de radiación nuclear mortal que podría dejar una gran parte del planeta Tierra completamente inhabitable.
El diplomático explicó que el suelo ya se ha hundido unos 80 centímetros, y si el proceso continúa, o alguno de los frecuentes terremotos que azotan el país ( aunque sea de baja magnitud ) se produce en esa zona, haría colapsar la estructura completa.
Murata opina que el cómplice y deleznable silencio mediático mundial se debe a que la mayoría de los capitales que manejan dichos medios poseen inversiones en centrales nucleares y desean proteger su propia reputación.
"Nunca se ha hablado de la escala real de la catástrofe y esa es la razón principal por la que ha habido tan poca información sobre la gravedad de la situación tras el terremoto"- afirma el ex embajador.
Si el bloque 4 se derrumba, no solo Japón quedará en ruinas, sino que el mundo entero se enfrentará a severos daños, y todo parece indicar que se dejará que se derrumbe, dada la exhasperante inercia que domina las reacciones mundiales ante esta catástrofe desde su inicio.
1 comentario:
- me pregunto si es tan peligroso...como no se reunen todos los pises del mundo y arreglan el entuerto.¿¿¿??? salutaciones
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