miércoles, 5 de septiembre de 2012

AD5, UN VIRUS QUE DEVORA EL CÁNCER, ESPERA CONGELADO EN SUECIA

El profesor Magnus Essand, un joven terapeuta sueco, ha inventado un virus que elimina el tipo de cáncer que mató a Steve Jobs.
"No" elimina " No se "inventó" corregiría automáticamente  el profesor Essand si leyera este post, como lo hace a través de  Skype aclarando que, por ahora, sólo se trata de resultados de laboratorio y se desconoce si serán efectivos en seres humanos, y mucho menos en tratamientos.
Sin embargo, el adenovirus de serotipo 5 es un virus común que el modesto profesor ha conseguido, mediante la sustitución de una secuencia endógena, que se alimente de cáncer.
"Es un asesino de asesinos ", acepta satisfecho  Essand, quien está buscando financiación para continuar sus investigaciones.
Barato de producir, el virus es sumamente preciso, y con sólo leves efectos secundarios parecidos a la gripe en los seres humanos.
Las pruebas realizadas sobre ratones con tumores fueron increíblemente eficaces, aún con las líneas celulares tumorales que son resistentes a todo tipo de fármacos.
Desde 2010, EL AD5 se ha mantenido en un pequeño congelador en un vestíbulo fuera de la oficina del Profesor Essand, que confiesa que la idea que despertó su creación, fue un blog sobre un charlatán mexicano que hablaba, desde la prisión donde se encontraba preso por homicidio por ejercicio ilegal de la medicina, sobre el uso de sub-partículas moleculares y nanotecnología, que lo condujeron a una conferencia en YouTube de un neuroendocrinólogo que hablaba sobre nuevas terapias para el cáncer sobre la base de los microbios del cerdo.
Cuando se le pregunta al Profesor porqué su virus mágico está freezado desde 2010, contesta que por falta de financiación, ya que necesita alrededor de un millón y medio de dólares para continuar su investigación y no posee ese dinero, respuesta que parece insólita cuando se sabe que gigantescos laboratorios gastan miles de millones de dólares en investigaciones contra el cáncer.
Pero el problema fundamental es, una vez más, económico: como todo científico puro, Essand y sus compañeros de trabajo publicaron los detalles de su experimento en todas las revistas del mundo, lo que significa que el virus modificado en su forma actual ya no puede ser patentado, y sin una patente para hacer comercial el virus, ningún laboratorio ni organización está dispuesta a invertir, sin importar que se trate de la cura definitiva del cáncer, demostrando de paso que no hay peor ni más incurable cáncer que la codicia corporativa.

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