Un estudio llevado a cabo por la Universidad de Granada comprobó científicamente que no existen diferencias significativas entre las fantasías sexuales de hombres y mujeres aunque los hombres piensan más tiempo en el sexo.
En la encuesta participaron 2.250 personas de ambos sexos en partes iguales, con edades entre 18 y 73 años y con pareja heterosexual estable.
El 100% de los encuestados dijo haber experimentado a lo largo de su vida alguna fantasía sexual placentera mientras un 80% portagonizó una desagradable.
Las diferencias entre ambos sexos radicó en la descripción de las fantasías agradables, que mientras para las mujeres tuvieron un carácter predominantemente romántico e íntimo, para los hombres fueron mayormente exploratorias de nuevas experiencias o intercambio de parejas.
Con respecto a las desagradables, las mujeres mencionaron las de sumisión sexual como las peores, aunque todas confesaron haber fantaseado con ser forzadas a mantener relaciones sexuales.
La participación en actividades homosexuales en general tuvo una connotación más negativa en los varones.
Los autores del estudio ( cuyos resultados completos se publicarán en breve ) señalaron que tener fantasías sexuales “favorece aspectos como el deseo o la excitación sexual, por lo que son un indicador de salud sexual".
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