La NASA se vio muy interesada en el trabajo de un químico británico que describió el hedor repugnante que se siente dentro de las estaciones espaciales al que asocia con el olor a cosmos y comenzó a buscar reproducir el intenso aroma a espacio en la Tierra para preparar a los futuros astronautas, minimizando de esta manera el riesgo de una sorpresa poco agradable.
Pese a que los cosmonautas no tienen la posibilidad de percibir el olor puro directo del espacio, este se queda en el interior de sus trajes, escafandras, guantes y herramientas, apunta el científico británico, Steve Pearce.
Para tener una idea de a qué huele el espacio, destaca Pearce, hay que imaginar "el olor rancio a la sudoración de los pies y mezclarlo con el del disolvente y de la gasolina".
Entretanto, hay quienes aseguran que este olor peculiar tiene matices metálicos, mientras que algunos lo describen como algo parecido a carne asada e incluso a ron y frambuesas.
“No sé si hay olor en el lejano cosmos, pero alrededor de la EEI huele seguro", comentó en 2010 el astronauta ruso Alexander Skvortsov.
“Es comparable al que se produce cuando de niño golpeas una piedra de granito contra otra, o como un vestuario de fútbol".
A la hora de regresar a la Tierra, los auxiliares que ingresan en las cápsulas comienzan a temblar: huelen a sótano húmedo y muchos se descomponen a los pocos minutos.
Pese a que los cosmonautas no tienen la posibilidad de percibir el olor puro directo del espacio, este se queda en el interior de sus trajes, escafandras, guantes y herramientas, apunta el científico británico, Steve Pearce.
Para tener una idea de a qué huele el espacio, destaca Pearce, hay que imaginar "el olor rancio a la sudoración de los pies y mezclarlo con el del disolvente y de la gasolina".
“No sé si hay olor en el lejano cosmos, pero alrededor de la EEI huele seguro", comentó en 2010 el astronauta ruso Alexander Skvortsov.
“Es comparable al que se produce cuando de niño golpeas una piedra de granito contra otra, o como un vestuario de fútbol".
A la hora de regresar a la Tierra, los auxiliares que ingresan en las cápsulas comienzan a temblar: huelen a sótano húmedo y muchos se descomponen a los pocos minutos.
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