Un nuevo medicamento llamado T-DM1 que ataca la forma más agresiva y mortal del cáncer de mama (HER2) podría ofrecer varios meses de sobrevida reduciendo drásticamente los efectos secundarios debilitantes de la terapia tradicional.
Podría estar disponible dentro de aproximadamente un año, siempre que pase los controles de regulación.
El gigante farmacéutico Roche tiene previsto presentar los resultados de su último gran ensayo de la droga, que obtuvo remisiones significativas y extendió en promedio cinco meses la vida de las paciente con menos efectos secundarios.
Menos del cinco por ciento del grupo que recibió T-DM1 perdió su cabello, en comparación con el 65 por ciento en el grupo de control que recibió la quimioterapia tradicional, reduciéndose también la diarrea y otros efectos más graves que suelen requerir hospitalización.
T-DM1 se une al anticuerpo Herceptin con un potente agente quimioterápico, el DM1 y la fusión de ambos lo vuelven más eficaz, adhiriéndose a las células cancerosas y desactivando las señales de crecimiento que promueven la propagación del cáncer.
La droga penetra la capa externa de la célula y le ofrece quimioterapia interna, destruyendo desde adentro.
Como no hay cura para la metástasis del cáncer de mama, este medicamento que retrasa la progresión y alivia los síntomas está considerado un importante avance.
Podría estar disponible dentro de aproximadamente un año, siempre que pase los controles de regulación.
El gigante farmacéutico Roche tiene previsto presentar los resultados de su último gran ensayo de la droga, que obtuvo remisiones significativas y extendió en promedio cinco meses la vida de las paciente con menos efectos secundarios.
Menos del cinco por ciento del grupo que recibió T-DM1 perdió su cabello, en comparación con el 65 por ciento en el grupo de control que recibió la quimioterapia tradicional, reduciéndose también la diarrea y otros efectos más graves que suelen requerir hospitalización.
T-DM1 se une al anticuerpo Herceptin con un potente agente quimioterápico, el DM1 y la fusión de ambos lo vuelven más eficaz, adhiriéndose a las células cancerosas y desactivando las señales de crecimiento que promueven la propagación del cáncer.
La droga penetra la capa externa de la célula y le ofrece quimioterapia interna, destruyendo desde adentro.
Como no hay cura para la metástasis del cáncer de mama, este medicamento que retrasa la progresión y alivia los síntomas está considerado un importante avance.
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