Un equipo de investigadores del Imperial College de Londres han ideado una manera de crear música sin un compositor, es decir sin un acto creativo consciente.
En su lugar, utilizaron la selección natural darwiniana a través de 7.000 usuarios de la web, programando una computadora con un algoritmo llamado DarwinTunes para producir bucles de sonido al azar y analizar las opiniones de los consumidores de música, que decidieron cuáles les gustaban más .
La aplicación produjo 100 loops musicales cada 8 segundos y los oyentes marcaron bucles en lotes de 20 con una escala de cinco puntos que variaba desde un "No puedo soportarlo" hasta un "Me encanta".
Luego, se seleccionaron los diez mejores como columnas vertebrales y se le mezclaron elementos musicales de cada par, dando lugar a la creación de veinte nuevos bucles que ya no requerían de los diez originales y constituyeron una nueva generación musical, la cual se solicitó sea nuevamente votada, y las nuevas validaciones demostraron que la música fue mejorando con el tiempo.
El resultado es una música con acordes y ritmos bastante familiares, y nó muy diferente a la evolución histórica de la música, donde de alguna manera también existe una selección natural y una evolución como en los seres vivos.
Si se aplica esta selección a la música, debía ser posible hacer una canción pop, y ese fue el objetivo del experimento.
La investigación fue publicada en la revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias de Gran Bretaña.
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