Por primera vez en la historia mundial, científicos rusos de la Universidad Estatal de Altái descifraron el ADN de un árbol prehistórico de la especie Metasequoia (de la familia de las Cupresáceas), de entre 50 y 55 millones de años de antigüedad descubiertos en la isla Axel Heiberg, en el Archipiélago Ártico canadiense a fines del siglo 19, y los resultados podrían cambiar la idea contemporánea de la evolución, afirmaron los expertos luego de analizar algunos gramos de sus coníferas descompuestas revelando la cadena del ADN del árbol, una empresa extremadamente difícil debido a la destrucción de casi todas sus moléculas orgánicas.
Los biólogos compararon la cadena del ADN del árbol con la de sus descendientes contemporáneos, encontrados en un bosque relicto del centro de China, y los resultados fueron inesperados: pese a los millones de años transcurridos, el ADN del Metasequoia prácticamente no cambió y no se encontró casi ninguna diferencia con las especies contemporáneas, lo que muestra un bajo grado de acumulación de mutaciones durante la evolución.
Esto hace reconsiderar una vez más la idea de la evolución del ADN y de los organismos vivos.
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