Un robot del tamaño de un grano de arroz puede nadar a través de las venas impulsado inalámbricamente por ondas electromagnéticas recibidas desde el exterior por un transmisor, pudiendo administrar medicamentos, realizar una cirugía, eliminar placas en las arterias escleróticas, coágulos de sangre o simplemente efectuar misiones de reconocimiento reemplazando los invasivos tratamientos endoscópicos.
¿Ciencia ficción?. No. El prototipo ya existe y nos hace recordar a la película "El Viaje Fantástico" donde un grupo de cirujanos se encogen a tamaños micrométricos para poder operar desde dentro de su cuerpo a un importante líder político.
El chip mide dos milímetros cuadrados y fue presentado por sus creadores de la Universidad de Stanford en el International Solid-State Circuits Conference, con demostración incluída, llevada a cabo por la Profesora Ada Poon, una ingeniera eléctrica integrante del grupo creador del proyecto.
Para solucionar el problema del tamaño de las baterías que presentan otros intentos similares, el robot de Poon y su equipo funciona por corriente inducida lo cual le permite permanecer lo suficientemente pequeño: el transmisor exterior y las antenas del mini robot están magnéticamente acopladas de manera que cualquier cambio en el flujo de corriente en el transmisor produce una tensión en el otro extremo o, más exactamente, una inducción del voltaje transferida inalámbricamente.
Poon explicó que continuarán trabajando para que pueda insertarse en conductos sanguíneos todavía más pequeños.
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