Muchas veces nos hemos lamentado en este blog de haber desperdiciado más de un siglo de avances fantásticos por no haber escuchado las revolucionarias propuestas de Nikola Tesla, quien, pese a lo cual, se las arregló para sentar igualmente las bases de nuestro actual desarrollo, aunque usando sólo la parte más "infantil" de su tecnología.
No obstante, cuando publicamos notas como ésta, se nos ocurre pensar lo contrario: que tal vez haya sido muy bueno que eso no ocurra, pues tal vez ya estaríamos totalmente esclavizados desde hace un siglo.
Hace poco dimos cuenta del cañón electromagnético anti-manifestaciones presentado orgullosamente por los EE.UU., y ahora los militares rusos con la misma expresión de satisfacción, difundieron la existencia de un prototipo de cañón calentador electromagnético.
El sistema crea la sensasión de una picazón insoportable en la piel a través de ondas electromagnéticas de alta frecuencia que interactúan con el agua que existe en las capas superficiales de la piel, penetrando cualquier tipo de ropa, lo cual hace que la gente busque alejarse lo más posible de su radio de influencia.
Aseguran que las ondas no dañan ningún órgano interno y su alcance dependerá de su tamaño.
Obviamente, tendrá las mismas aplicaciones anti-disturbios que su primo norteamericano.
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