La impresionante - y por ahora única en su tipo – cabeza de Padilla, Guatemala, ha sido curiosamente dejada en el olvido por la mayoría de las investigaciones relacionadas con obras monumentales de civilizaciones ancestrales, pese a que, curiosamente, posee uno de los más sofisticados y expresivos tallados, comparable con la obra olmeca, egipcia o de la Isla de Pascua.
Tal vez la razón más poderosa que ha motivado el olvido, es el hecho de que sólo se conserva de ella esta foto ( tomada en la década del 50 ) ya que posteriormente no sólo fue salvajemente destruída sinó que sus restos también desaparecieron misteriosamente.
La foto llegó desde manos anónimas a poder del abogado guatemalteco Rafael Augusto Padilla Lara, quien en aquél entonces estudiaba la relación entre la cultura maya y los extraterrestres.
Padilla Lara averiguó que la colosal estatua se encontraba en una de las muchas propiedades de la familia Biener y luego de arduas búsquedas por la selva, finalmente la encontró en las cercanías de un pueblo llamado “La Democracia”, aunque ya semidestruída ( había sido utilizada hasta para practicar tiro al blanco ).
En dicho pueblo, también se encontraron posteriormente otras doce cabezas de piedra, pero con la clásica estructura olmeca.
La foto fue reflotada en 1987 por la Ancient Astronaut Society, quien la incluyó en su publicación, para luego ser vuelta a olvidar hasta un nuevo “reload” llevada a cabo por el actor e investigador Raúl Julia Levy.
La escultura tiene aproximadamente siete metros de alto y muestra la cabeza de un ser mirando hacia el cielo pero con los ojos cerrados, en actitud aparentemente invocatoria o nostálgica, y sus rasgos faciales no representan a ninguna cultura americana conocida, difiriendo además diametralmente del arquetipo olmeca, siendo sus facciones evidentemente caucásicas.
El hecho de que exista una sola ha originado especulaciones de que se trataría de una anomalía olmeca, pero … ¿quién y con qué autoridad dice que hay una sola, existiendo aún innumerables extensiones selváticas totalmente desconocidas?.
Por lo demás, a nadie se le ha ocurrido todavía excavar DEBAJO de donde se encontraba la cabeza, para ver si puede tratarse, como en el caso de los moais de la isla de Pascua, de una figura de cuerpo completo enterrada por el tiempo y las múltiples variaciones climatológicas y tectónicas de nuestro planeta.
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