Es sabido por la ciencia que las bacterias desarrollan una permanente resistencia y adaptación a los antibióticos, ya repetidas veces advertido por la Organización Mundial de la Salud.
Ahora, Margaret Chan, directora del organismo, en una conferencia celebrada en Dinamarca, ha realizado declaraciones dramáticas al respecto: la batalla entre antibióticos y bacterias está siendo ganada peligrosamente por estas últimas, de tal manera que la humanidad podría quedar desprotegida de numerosas enfermedades e incluso "poner fin a la medicina moderna tal como la conocemos"(sic).
Según la jefa de la OMS, nos aproximamos riesgosamente a una era “post-antibiótica”, en la que éstos se volverán completamente inocuos frente a las bacterias y un simple rasguño o un dolor de garganta podrían volver a convertirse en letales.
Muchas operaciones quirúrgicas delicadas o tratamientos para el cáncer sólo son posibles mientras los antibióticos garanticen un trabajo eficiente, pero se volverán imposibles de realizar ante su ausencia.
En parte, la culpa de este peligro latente se encuentra en el abuso de estos medicamentos ( el uso de antibióticos de amplio espectro aumentó al doble en una década ) lo cual vá provocando que pierdan progresivamente su poder, ya que los microbios reciben con mayor abundancia la data que necesitan para aprender a combatir el remedio.
A esto se suma la globalización, que provoca un movimiento de personas a nivel planetario sin precedentes en la historia y la utilización preventiva de antibióticos en la alimentación del ganado en las granjas.
Chan advirtió también que la contaminación con patógenos multiresistentes como la tuberculosis cuyo tratamiento es costoso, difícil y muy tóxico ha aumentado en un 50% en el mundo.
Ahora, Margaret Chan, directora del organismo, en una conferencia celebrada en Dinamarca, ha realizado declaraciones dramáticas al respecto: la batalla entre antibióticos y bacterias está siendo ganada peligrosamente por estas últimas, de tal manera que la humanidad podría quedar desprotegida de numerosas enfermedades e incluso "poner fin a la medicina moderna tal como la conocemos"(sic).
Según la jefa de la OMS, nos aproximamos riesgosamente a una era “post-antibiótica”, en la que éstos se volverán completamente inocuos frente a las bacterias y un simple rasguño o un dolor de garganta podrían volver a convertirse en letales.
Muchas operaciones quirúrgicas delicadas o tratamientos para el cáncer sólo son posibles mientras los antibióticos garanticen un trabajo eficiente, pero se volverán imposibles de realizar ante su ausencia.
En parte, la culpa de este peligro latente se encuentra en el abuso de estos medicamentos ( el uso de antibióticos de amplio espectro aumentó al doble en una década ) lo cual vá provocando que pierdan progresivamente su poder, ya que los microbios reciben con mayor abundancia la data que necesitan para aprender a combatir el remedio.
A esto se suma la globalización, que provoca un movimiento de personas a nivel planetario sin precedentes en la historia y la utilización preventiva de antibióticos en la alimentación del ganado en las granjas.
Chan advirtió también que la contaminación con patógenos multiresistentes como la tuberculosis cuyo tratamiento es costoso, difícil y muy tóxico ha aumentado en un 50% en el mundo.
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