sábado, 4 de febrero de 2012

BALA INTELIGENTE + CAÑÓN ELECTROMAGNÉTICO

UNA BALA QUE LLEVA TU NOMBRE
Esta bala del futuro diseñada por Red Jones y Brian Kast, del Laboratorio Nacional Sandía, una filial de la Lockheed Martin Corp estadounidense, es capaz de guiarse a sí misma sirviéndose de unas aletas similares a las utilizadas en las colas de los dardos, combinada con actuadores electromagnéticos que le permitirá corregir su orientación e impactar en un blanco designado previamente con láser a través de un sensor óptico que lleva en su punta y que utiliza un algoritmo procesado en una CPT de 8 bits. 
La munición puede garantizar un impacto exitoso en su blanco si se encuentra como máximo a 1.000 metros de distancia y precisión absoluta con un blanco que se encuentre a entre 2 y 9 metros, pudiendo autocorregir su ruta de navegación 30 veces por segundo, todo mientras se desplaza a más del doble de la velocidad del sonido. Es de pequeño calibre y de 10,2 centímetros de longitud pudiendo efectuar certeros disparos independientemente de la poca visibilidad o las condiciones climáticas y se considera que será particularmente útil en situaciones con toma de rehenes. 
CAÑÓN ELECTROMAGNÉTICO
Significa un drástico cambio en el concepto armamentístico, y por supuesto, tiene relación con el electromagnetismo. 
El ejército de EE.UU., que parece ser el primero en empezar a entender las formas de energía increíblemente superiores que pueden generarse a través del magnetismo, está desarrollando el cañón de riel más potente del mundo, capaz de lanzar un proyectil de 5 pulgadas que acierte en un blanco a 350 kilómetros de distancia en menos de 6 minutos y sin necesidad de explosivos. 
Esta ausencia de explosivos lo convierte además en más ligero y disminuye al mínimo los riesgos para la tripulación de una nave a la hora de utilizarlo. Otras ventajas sobre los cañones convencionales son su mayor fuerza destructiva, su alta precisión de disparos y su alcance muy superior, equivalente al que poseen los misiles. 
Los diseñadores se encuentran ahora tratando de resolver dos problemas militares que origina el artefacto: dispararlo revela la ubicación del buque eliminando su camuflaje y además necesita una fuente de energía electromagnética suficiente para impulsarlo a velocidad hipersónica. No se espera contar con esta arma hasta antes del año 2025.

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