Los astrónomos Allan Rex Sandage y Brian Marsden Geoffrey tuvieron varias cosas en común: ambos se especializaban en seguimiento y control de cometas, ambos estudiaron en profundiad el tamaño y la trayectoria del cometa Elenin, y ambos fallecieron en noviembre del año pasado de la misma extraña enfermedad, con sólo cinco días de diferencia entre una y otra muerte ( 13 y 18 de noviembre respectivamente ).
Sandage es considerado como uno de los más grandes astrónomos estadounidenses contemporáneos creador del galardonado programa NEAR ( de seguimiento de objetos cercanos a la Tierra ) y trabajaba en el Observatorio Monte Palomar propiedad del Insituto Tecnólogico de California.
Geoffrey fue director del Centro de Planetas Menores en Cambrigde, Massachusetts, el organismo oficial responsable de recoger y publicar los datos resultantes de la observación de cometas y pequeños planetas.
La enfermedad que acabó con la vida de ambos hombres se llama encefalomielitis aguda, una patología inflamatoria del sistema autoinmune que provoca la destrucción de las vainas de mielina del sistema nervioso central con consecuencias físicas y clínicas similares a las de la esclerosis multiple avanzada.
Es una enfermedad considerada muy rara, con una incidencia de 0,8 casos por cada 100 000 personas al año y afecta preferentemente a niños entre 5 y 8 años y en menor grado a adolescentes.
Los conspirativos creen que se trata de demasiadas coincidencias y demasiadas posibilidades contra las estadísticas para no pensar en un acto conspirativo: dos astrónomos especializados en la investigación y observación de cometas ( entre ellos tamaño, órbita y dirección del cometa 
Elenin ) que mueren con 5 días de intervalo entre uno y el otro, ambos víctimas de la misma enfermedad rarísima y además fuera del target de la misma ( ambos eran hombres mayores mientras la encefalomielitis ataca estadísticamente mucho más al extremo opuesto ).
Todo esto - por si fuera poco - coincidió con el hecho de que la NASA dió repentinamente de baja la página web que ofrecía para recalcular la trayectoria del cometa Elenin y el probable "séquito" que lo precede, entre los cuales podría estar el mítico planeta Nibiru en su milenario retorno.
Por su parte, el físico Michio Kaku, advirtió durante su aparición en el programa “Good Morning América“ sobre la posibilidad de terremotos a escala mundial.
“La gente debe esperar ver desaparecer ciudades tan grandes como Los Angeles, San Francisco, Ciudad de México,Teherán, Tokio. Por otra parte, son las ciudades que serán más propicias a sufrir daños. “
Hay quienes sostienen erróneamente que Elenin no se trata de un cometa, sinó ni más ni menos que del mítico planeta Nibiru ( de un tamaño mucho mayor que Júpiter ), cuya órbita elíptica lo hace pasar por nuestro sistema solar cada 3.600 años y cuya fecha de regreso desde la nube de Oort Kupler nadie está en condiciones de determinar ( este error ya lo anticipamos nosotros en un anterior post ).
Este planeta que visita la Tierra periódicamente cada cierta cantidad de milenios no sólo es específicamente citado en los textos sagrados sumerios: también está presente en otros libros ancestrales: en la Biblia se lo cita con el nombre de Absinto, los mayas lo denominaban “Estrella Baal”, los babilonios Marduk y Nostrodamus lo nombró como “El grande Rey del Terror”.
También en la imaginación del escritor Joaquín Amortegui Valbuena (alias V.M. Rabolú ) era varias veces más grande que en los textos sagrados ancestrales, y fue bautizado como Hercólubus.
¿Es posible que sean éstas las vísperas del elíptico retorno de Nibirú?. Nadie lo sabe a ciencia cierta: estudiosos del tema como Zecharia Sitchin presuponían ( conforme a determinadas traducciones realizadas sobre las tablillas cueniformes sumerias ) que la órbita se completaría dentro de muchísimo tiempo, otros que ya debería haber ocurrido durante el siglo pasado y no
ocurrió, mientras muchos apocalípticos creen ver como un hecho irrefutable que 2012 será el momento de la vuelta del "planeta del cruce" ( este último grupo predijo errónamente - por ejemplo- que durante la alineación que tuvo lugar el 15 de marzo pasado - cuando 7 cuerpos planetarios se colocaron en una única línea recta- este evento provocaría el cambio de polaridad en la Tierra ).
La cuestión fundamental es que nadie sabe desde cuándo empezar a contar los 3.600 años de su órbita anterior ( de la misma manera que nadie es capaz de establecer con cierta exactitud cuándo se produjo el último gran diluvio ), y por lo tanto a partir de allí todo se torna especulativo.
Lo único cierto es que la presencia del cometa Elenin en nuestro sistema solar ( en estos días alcanzará su punto más cercano a nuestro sol, entre el 18 y el 27 de Agosto ) está denunciando importantes perturbaciones procedentes de la nube de Oort, que bien podrían tener que ver con el reingreso desde allí a nuestro sistema solar de Nibirú, que en caso de ser así, lo haría
acompañado y precedido por un importante grupo de enormes cuerpos celestes atrapados por su órbita, llámense meteoros y/o lunas ( como también podría tratarse de alteraciones galácticas que no tengan absolutamente nada que ver con este fenómeno y que sean totalmente desconocidas para nuestra aún torpe lectura de las propiedades del cosmos ).
Que Elenin no es Nibiru, quedó empíricamente demostrado en estos días: de tratarse de un planeta gigantesco, y en vísperas de su mayor proximidad a nuestro sol, el comportamiento de nuestro astro rey sería muchísimo más caótico de lo que está siendo, aunque la incidencia 
gravitacional de Elenin podría ser causa complementaria de las actuales explosiones solares ( además del hecho de que el sol está finalizando uno de sus ciclos de 12 años los cuales siempre registran su más alta producción de pulsos electromagnéticos y sus más espectaculares explosiones ), aunque en un nivel ínfimo, ya que su diámetro interno se estima en sólo 5 kilómetros.
Otro hecho significativo y único en siglos que tendrá lugar en 2012 será la alineación de nuestro Sistema Solar con el Ecuador de la Vía Láctea, lo cual generará una fortísima influencia magnética sin obstrucciones que impactará en nuestro sistema y obviamente en nuestro planeta.
Por todo lo antedicho, tenemos un cóctail ya asegurado entre la alineación del sistema solar con la vía láctea y los fuertes pulsos electromagnéticos de fin de ciclo de nuestro sol que a la vez pueden ser potenciados por el fenómeno alineatorio. Qué incidencia tendrá la combinación de ambos sobre nuestro planeta, es completamente especulativo. Nadie lo puede saber.
En cambio, si a esto se agregara el acercamiento de Nibirú entonces sí sería una situación de indudables funestas consecuencias para quienes habitamos este planeta. 
En consonancia con nuestro Esorpionipsis Nº2 sostenemos que ser más o menos conscientes de la probabilidad de este tipo de eventos, o intuír en mayor o menor medida su curso no nos hace ni más ni menos aptos, por cuanto somos absolutamente incapaces de elegir el destino al cual servimos y el centro desde el cual somos gobernados como pequeñas piezas de un inmenso tablero cósmico.
Permanecer fuera de la idílica estrechez humana, a lo sumo nos otorga la capacidad para aceptar dicho destino, y expresar una voluntad de avanzar ( en lugar de una de permanencia ) hacia el futuro, sea cual sea el que nos haya sido deparado.
Al respecto, qué mejor que cerrar este post con palabras del genial escritor Hermann Hesse en su obra “Demián”:
“Cuando las transformaciones de la corteza terrestre arrojaron a los animales acuáticos a la tierra y a los animales terrestres a las aguas, fueron los ejemplares preparados a aceptar el destino los que pudieron amoldarse a lo nuevo e inesperado y salvar así a su especie. No sabemos si tales ejemplares eran los que antes habían destacado como conservadores o, por el contrario, como originales y revolucionarios. Estaban preparados y por eso salvaron su especie para nuevas evoluciones. Eso es lo que sabemos. Por eso queremos estar preparados.”
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