Al este de Madison en Wisconsin en el año 1.900 una abrupta bajada del rio Rock favoreció el descubrimiento de unas misteriosas construcciones, divisadas por dos personas que navegaban por el lugar.
El agua volvió a subir y todo se olvido hasta 1.935 cuando el investigador Victor Taylor de la Universidad de Wisconsin, recordando los testimonios de 35 años atrás, contrató buzos profesionales para que investigaran el fondo de las aguas, y estos dieron con los restos de una pequeña ciudad prehistórica.
El relevo de las pesquisas lo tomó luego Max Gene Nohl, del Instituto de Tecnología de Massachusetts, quien sobrevoló el lago en avioneta divisando formaciones geométricas de evidente orígen artificial.
Luego efectuó inmersiones y halló cimientos de varias construcciones y restos de una pirámide conica de unos 10 m de altura.
Una vez más la cínica historia oficial quedó desairada por la contundente realidad, ya que los “señores científicos” habían decretado con ridícula certeza que en América del Norte no pudieron existir jamás culturas capaces de erigir pirámides.
Es más: al igual que en un “señor científico” ( Sir Simon Newcomb ) demostró matemáticamente en 1902 que nada más pesado que el aire podía volar, la revista ARCHEOLOGY de Wisconsin intentó demostrar en 1962 esta imposibilidad arquitectónica esgrimiendo el argumento de que el lago tenía por lo menos 10.000 años de antigüedad y en ese entonces en América del Norte no existía civilización alguna capaz de levantar tales construcciones, dando por sentado que los primeros homos sapiens habían llegado hasta allí hacía 11.000 años por el estrecho de Bering.
(¡pensar que todas estas boludeces fueron impresas como libros científicos, e incluso como libros de texto de estudio escolar!)…
(¡pensar que todas estas boludeces fueron impresas como libros científicos, e incluso como libros de texto de estudio escolar!)…En 1970, submarinistas arqueólogos extrajeron numerosos restos y prospecciones con sonar que confirmaron la existencia de dos monumentos, y publicaron su hallazgo en la revista SKIN DIVER asegurando que “las pirámides son increíbles.No deberían existir, pero la historia es lógica muy pocas veces.Y sean o no sean lógicas, las pirámides del lago Rock son un hecho”.
En los últimos años han logrado fotografiarse disipando toda duda sobre su artificialidad.
NOTA: LAS FOTOS QUE INCLUYEN BUZOS SON DE CARÁCTER ILUSTRATIVO Y NO CORRESPONDEN AL LUGAR QUE SE MENCIONA EN EL PRESENTE POST .
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