Las autoridades japonesas están seriamente preocupadas por la evolución del tifón Songda, degradado a tormenta tropical fuerte con vientos de hasta 108 kilómetros por hora, que ayer llegó a la costa sureste de Japón y hoy lo hará en las cercanías de la central nuclear de Fukushima, que aún no está preparada para nuevos azotes climáticos, gracias a la constante inoperancia de la compañía supuestamente a cargo de la seguridad en la usina, la espantosamente célebre TEPCO.
La tormenta hasta ahora ha provocado decenas de heridos en la prefectura de Okinawa e interrupciones en el suministro de auga y electricidad luego de visitar la isla sureña de Kyushu en forma de fuertes precipitaciones.
Las autoridades alertan sobre la posibilidad de un muy fuerte oleaje, probable desprendimiento de tierra y múltiples inundaciones.
Y aquí es donde volvemos una vez más al tema en el cual las fuerzas naturales no tienen ninguna responsabilidad: el peor desastre nuclear en la historia de la humanidad, tanto en magnitud como en la deleznable forma en que está siendo manejado.
Lejos de haber logrado algún progreso mínimamente decente, la compañía TEPCO ni siquiera tiene las fugas radioactivas controladas en la planta, a once días de cumplirse TRES MESES del desastre ( ¿qué estuvieron y están haciendo estos increíbles in-operadores durante este lapso? Absolutamente nada que mejore la horrible situación existente )y la presencia de fuertes lluvias y vientos que traerá el tifón, repercutirá obviamente sobre la precaria situación existente, desparramando radioactividad a troche y moche sobre lugares muy distantes y de ubicación tan cambiante como los vientos mismos.
La in-acción de la Tokyo Electric Power fue inútil para disminuír las fugas radioactivas en el ambiente ( apenas ha sido contenida mediante la distribución en la zona de un agente que fija los escombros y el polvo, pero la radioactividad generada por las turbinas 2 y 3 de los reactores está en constante aumento ), para detener la contaminación de las capas del suelo y subsuelo, para enfriar y equilibrar los reactores y en general inútil para todo.
Las medidas que se están tomando son patéticas, anti-científicas y a veces hasta ridículas, como cuando buscaron frenar una fuga radioactiva con aserrín y papel picado, mientras que ahora, en supuesta prevención del tifón, están instalando diques de sacos de arena y materiales sintéticos alrededor de los reactores para contener las partículas radiactivas ( ¿ creerán que la radiación es como el agua, que se contiene con sacos de arena?? Esta medida equivale a poner en el dormitorio un cartel que diga “mosquitos, prohibido picar humanos” y pretender que los insectos respeten el cartel ).
Dependiendo de la violencia con la cual llegue el tifón a la zona, podrá provocar además la inundación de la misma, en cuyo caso el agua cada vez más radioactiva desprendida desde los reactores, podría desbordarse y afectar con su contaminación varios kilómetros a la redonda.
Hoy será un día clave para ver hasta qué punto puede ser castigada la zona.
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