PANGEA: NO HAY PRINCIPIO NI FIN. SÓLO EL PRINCIPIO INFINITO Y EL FIN INFINITO

Hace millones de años, a partir de los sedimentos marinos, se fue formando en nuestro planeta un mega-continente único ( al que hemos llamado Pangea, que significa algo así como Súper-Tierra ) rodeado por un único océano.Luego los continentes comenzaron a quebrarse ( según los cientificos de nuestra civilización ) y a navegar a la deriva, desplazándose constantemente, y formando y re-formando continentes ( siempre según nuestra ciencia actual ) hasta llegar a la presente estructura.
Los expertos llegaron a estas conclusiones partiendo de la medición del desplazamiento de las masas continentales ( la litósfera está dividida en placas ), de las cuales se sabe que - desde que se comenzó a medirlas - se desplazan a razón de entre 2 y 20 cm. por año, impulsadas por corrientes de convección que tienen lugar bajo ellas, en la astenósfera.
La litósfera está compuesta actualmente por siete grandes placas principales además de otras secundarias de menor tamaño. Algunas de las placas son exclusivamente oceánicas, como la de Nazca, en el fondo del Océano Pacífico.
Se sabe además que La India quebró en Asia, dando orígen a los Himalayas, que África avanza hacia Europa, que América del Norte y del Sur avanzan hacia su unión y que luego de producida ésta, se dirigirán hacia lo que ya será Afreurasia, y que por último, la Antártida, se desprenderá del polo y ejercerá presión contra Australia.El resultado final será América, EurAsia y África formando un anillo alrededor de un gran mar, sin litoral, con la Antártida y Australia separado de ellos por sólo una pequeña franja de agua.
Utilizando una simulación computada, los científicos nos muestran cómo se verá la Tierra dentro de 250 millones de años si los continentes continúan desplazándose como hasta ahora : sería la vuelta al supercontinente gigante original, la Pangea Última. Ésta es la imágen que entregaron los ordenadores:

Pero claro: todo conocimiento al que se ha llegado mediante la observación lleva incorporado ciertas trampas.Tendemos a ver lo que aparece, y solemos olvidar el guión que produjo los sucesos.

No aprendemos espontáneamente que no aprendemos que no aprendemos.

Intentemos un cambio basado en la confianza en nosotros mismos y busquemos esos feos ejemplos que nos devuelvan cierta incertidumbre sobre este análisis.No busquemos confirmar nuestro frágil y condicionado conocimiento sinó nuestra ignorancia para poder visualizar imperfecciones en nuestros métodos de comprobación.Inyectemos un semiescepticismo tendencioso que elimine verdades definitivas y nos devuelva la apertura mental.

Veamos lo que respecta a la medición del desplazamiento anual de los continentes: se parte de la medición de su movimiento actual ( que es lo que se sabe ) y se decide suponer que siempre fué así ( que es un error clásico del investigador, un fraude intelectual camuflado con cifras ). Ninguno de nosotros aseguraría que alguien es inmortal porque no lo hemos visto morir, y sin embargo cometemos similares falacias en estos temas.Que veamos y corroboremos lo conocido y repetido no implica ni confirma de ningún modo que no exista lo desconocido e imprevisto.

Lo desconocido e inesperado no es una rareza, es algo normal que simplemente se nos sale de escala porque las imperfecciones de nuestros métodos nos cierran la mente.¿Qué sabemos? que los continentes de están desplazando permanentemente.¿Qué ignoramos? todo lo demás: orígenes, causas, tiempos, magnitudes, frecuencias...escalas.Y ahora sí: liberados del horroroso método de las pruebas corroborativas, ampliemos nuestras mentes: por ejemplo: el desplazamiento podría haber sido originado como consecuencia de la onda expansiva de una o varias explosiones gigantescas. Simultáneas ó nó. O implosiones. O megaterremotos y megamaremotos. O meteoritos desde el espacio. O una combinación de todos ellos.No permitamos que el evento se nos salga de escala: nuestra especie aparece en el planeta cuando éste ya arrastraba una historia geológica y geográfica gigantesca de la cual no sabemos absolutamente nada: somos insignificantes unidades de carbono de existencia limitada que aparecen sobre la superficie, hormigas que surgen flotando sobre una hoja en el medio del océano y que, por poseer la habilidad de medir desde la hoja la velocidad que lleva el oleaje en ese instante, pretendemos saber todo lo demás.Nosotros podemos estar midiendo sólo la velocidad que producen las consecuencias de uno de los tantos estadios por los que pasaron los continentes.Estamos parados sobre una proporción de tiempo insignificante para el planeta.

Otro tema interesante para analizar abiertamente es que en el medio de la proyección computada de la Panagea Última queda un enorme agujero.

Nótese además que parte de ese agujero constituye geográficamente lo que según la opinión de muchos investigadores debió ser la ubicación del continente perdido de la Atlántida ( la última Atlántida, según nuestras propias especulaciones ).
En muchos programas televisivos como C.S.I., N.C.S.I. y otras siglas similares en los cuales nos presentan y definen el trabajo de los científicos forenses, escuchamos repetidas veces pensamientos como éste:
“No es cierto que los muertos no hablan. Los muertos hablan, y muchas veces, más que los vivos. Sólo es cuestión de saber escucharlos" ( o en nuestro caso, observarlos ).
Así que, en esta proyección de Pangea: ¿Porqué ese agujero? ¿estaba en los comienzos, en la formación del mega-continente?¿ o debió ser sólido, o como máximo tener pequeñas grietas como las que presenta la proyección en el caso de la re-unión de la Antártica y Australia?.
¿Qué fue lo que originó ese enorme agujero? ¿Y porqué?
La respuesta duerme dentro de nuestros genes, busquemos a través de la serendipidad, aunque sin perder nunca el semiescepticismo tendencioso.Recordemos. Es todo lo que tenemos que hacer.
PANGEA ORIGINAL:

PANGEA ÚLTIMA, EN EL FUTURO, DENTRO DE 250 MILLONES DE AÑOS: