Neil Ibata, un adolescente oriundo de Estrasburgo de tan sólo 15 años, es el protagonista de esta noticia, nota de varios diarios franceses ( entre ellos el prestigioso Le Figaro ), telediarios televisivos y portada del último número de la más famosa revista científica: 'Nature'.
La razón es que, el chico hijo del astrofísico Rodrigo Ibata, es nada menos que coautor junto a 15 científicos de un estudio que sugiere, nada más y nada menos, que un nuevo órden del Universo
Mientras realizaba un cursillo sobre el lenguaje de programación Pyton, y con la ayuda de su padre que trabaja en el Observatorio Astronómico de Estrasburgo, alimentó el software con datos de 27 galaxias enanas que rodean a la gigantesca espiral Andrómeda, situada a 2,5 millones de años luz de la Tierra, visible a simple vista en el cielo.
Fue entonces cuando se dió cuenta de que algunas de estas galaxias enanas formaban un disco plano que giraba en torno a su gran vecina, lo cual simple y contundentemente, destruye creencias científicas que sostenían que toda galaxia de gran tamaño, como la Vía Láctea, devora a las más pequeñas que se encuentran en sus cercanías, y que las galaxias enanas son restos que quedan a su alrededor, independientes entre sí.
Sin embargo, Ibata notó que estas galaxias enanas se organizaban en una inmensa estructura aplanada que rotaba sobre sí misma, alineada además con el polo de la Vía Láctea, lo cual implica un nuevo órden cósmico hasta ahora desconocido.
“No me gusta mucho decir que he tenido suerte, porque suena a superstición, pero de alguna manera es cierto que tuve la suerte de estar en el momento adecuado en el lugar adecuado, nada más”, explica el jóven modestamente.
“No me gusta mucho decir que he tenido suerte, porque suena a superstición, pero de alguna manera es cierto que tuve la suerte de estar en el momento adecuado en el lugar adecuado, nada más”, explica el jóven modestamente.
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