STENT PARA EL ANEURISMA AÓRTICO

El delicado procedimiento quirúrgico para tratar de reparar un aneurisma aórtico abdominal (AAA) es extremadamente delicado y peligroso.
Esta patología se produce cuando la aorta (el vaso sanguíneo principal que va desde corazón a través del pecho, pasando por el abdomen y hasta la arteria femoral en el muslo) se debilita y comienza a expandirse como lo hace el aire cuando se pincha un neumático de automóvil.  Si no se lo detecta, un aneurisma puede estallar resultando fatal.

Son más comunes en los fumadores, en las personas con presión arterial alta o en aquellos con una historia familiar, y las mujeres tienen ocho veces menos probabilidades de tener la enfermedad. 

Un monitoreo por ultrasonido que vigile el crecimiento de un aneurisma aumenta las posibilidades de detección y reduce la tasa de mortalidad en casi un 50 por ciento, pero en los casos peligrosos se debe recurrir a la cirugía, que ahora ha experimentado un interesante avance implementando una técnica mucho menos invasiva.

Se trata de un stent diseñado especialmente (un tubo sintético hueco) que se coloca dentro del aneurisma y los pacientes generalmente pueden regresar a casa al día siguiente de la operación.
El stent se inserta en la aorta a través de dos pequeñas incisiones en las arterias femorales, a las cuales se accede a través de la ingle, guiándolo con un catéter a través de la aorta.
Una vez en su sitio, el stent es inflado y anclado a la arteria por encima y por debajo de la porción enferma, para que impida que el aneurisma se agrande a la vez que refuerza la debilitada pared arterial.
El nuevo método redujo las muertes durante o después de la operación de un siete a un uno por ciento, y el tiempo de operación de tres a una hora.