En las playas de Opape Beach en Nueva Zelanda, aparecieron varados los cadáveres de una de las ballenas más raras del mundo y su cría, una especie que ha sido un misterio para los científicos durante más de 100 años, y que ahora se puede ver por primera vez, aunque lamentablemente sólo sus cadáveres, evidenciando que aún existe.
La ballena picuda de Bahamondes o Mesoplodon traversii, de cinco metros de largo, no se había visto en los últimos 140 años con excepción de tres cráneos parciales aparecidos en Chile y Nueva Zelanda.
Los cadáveres fueron hallados a fines de 2010, pero en principio fueron mal identificados, y ahora el análisis de ADN dió a conocer su verdadera identidad, la cual fue publicada recientemente en la revista Current Biology.
La ballena picuda de Bahamondes o Mesoplodon traversii, de cinco metros de largo, no se había visto en los últimos 140 años con excepción de tres cráneos parciales aparecidos en Chile y Nueva Zelanda.
Los cadáveres fueron hallados a fines de 2010, pero en principio fueron mal identificados, y ahora el análisis de ADN dió a conocer su verdadera identidad, la cual fue publicada recientemente en la revista Current Biology.
Se cree que la especie bucea en aguas excepcionalmente profundas del Océano Pacífico Sur, alimentándose de calamares y peces pequeños y pasar poco tiempo en la superficie, pero básicamente la ciencia no sabe casi nada acerca de este enorme y enigmático mamífero.
Los científicos recalcaron la gran ayuda de la información genética recolectada como complemento de los datos morfológicos.
Los científicos recalcaron la gran ayuda de la información genética recolectada como complemento de los datos morfológicos.
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