La ciberguerra ya comenzó y EE.UU. prepara una verdadera tropa virtual para defenderse de posibles ataques cibernéticos que acarrearían consecuencias más devastadoras que las del 11 de setiembre.
No obstante, los expertos apuntan que las armas de última generación podrían volverse en su contra, ya que es una espada de doble filo, como toda arma, que fabricada para usar contra el enemigo eventualmente puede revertirse en contra de su creador.
"Internet se convierte en un campo de batalla, donde los virus reemplazan a los tanques y aviones, y los 'hackers' a los soldados. Pero lo que usas contra tu enemigo eventualmente podría volverse en tu contra", advierte Steve Rambam, un investigador privado.
"Cuando trabajas en la contrainsurgencia necesitas gente que sepa qué hacer si capturas a alguien, cómo descargar su teléfono móvil, o cómo prevenir que un avión no tripulado sea interferido.
El ejército ya ha empezado a tener problemas relacionados con los 'hackers' y la defensa contra su actividad”, añade el experto.
Las autoridades estadounidenses ya han evaluado las consecuencias que podrían tener el empleo de unos recursos similares contra Washington: “Un ataque cibernético perpetrado por una nación o por grupos extremistas violentos podría ser tan destructivo, como el ataque terrorista del 11 de septiembre del 2001”, afirmó a mediados de octubre el secretario de Defensa de EE.UU., Leon Panetta.
Por eso el Pentágono ya ha empezado a recultar gente que sepa cómo hacer un peritaje en un ordenador portátil y a considerar opciones para defenderse ante cualquier ataque informático, con la pretensión de que cuanto antes lass fuerzas armadas puedan contar con personal capacitado para manejar armas virtuales de última generación, hoy considerado tan esencial como el equipamiento bélico tradicional.
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