El borrado de memoria ha experimentado tantos avances en los últimos tiempos, que ya se ha convertido en una tecnología con identidad propia.
Investigadores de la Universidad de Stanford anunciaron recientemente en una reuniòn de la Sociedad para la Neurociencia que se están manipulando con éxito los malos recuerdos temerosos de las ratas, al igual que la Universidad de Puerto Rico que desarrolló inyecciones que hacen olvidar los temores, aunque en esta investigación basada en productos químicos, la magia ocurre mientras las ratas duermen.
Durante el experimento, los investigadores condicionaron a los roedores a temer el olor a jazmin mediante la administración de una descarga eléctrica cada vez que olían dicho aroma.
Una vez que manifestaron miedo ante la presencia de dicho olor, se dividió a los ratones en dos grupos.
A uno se le aplicó terapia de extinción, es decir, se lo expuso repetidamente al olor sin el shock hasta que el temor se disipó, aunque regresó cuando se los colocó en ambientes diferentes.
Al otro grupo, se le suministró un fármaco que bloqueaba la síntesis de proteínas de la amígdala basolateral, la parte del cerebro que almacena recuerdos que causan temor, y se les hizo olfatear el aroma a jazmín mientras dormían.
Cuando despertaron, su miedo al aroma había disminuído incluso cuando se los colocó en el entorno en el cual originalmente se les había inducido el miedo.
El equipo de Stanford espera que las terapias basadas en el sueño se expandirá las opciones para el tratamiento del trastorno postraumático por estrés.
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