Científicos de la Universidad de California, EE.UU., opinan que la hipersexualidad debería ser incluída en el Manual de Diagnóstico y Estadística de Trastornos Mentales de la Asociación Estadounidense de Psiquiatras.
Al ser similar en su adicción a otras dependencias de sustancias o actividades, las "fantasías sexuales recurrentes e intensas, impulsos y conducta sexual", cuando no son consecuencia del efecto del consumo de sustancias alucinógentes, y se extienden por períodos superiores a seis meses", pueden causar inconvenientes psicológicos y sociales, y, pese a que los afectados son conscientes de las consecuencias nocivas de sus acciones, priorizan su deseo sexual sobre sus intereses profesionales o de pareja, señala Rory Reid, uno de los autores del estudio, quienes mencionan el ejemplo de un paciente que fue despedido de su trabajo por no poder dejar de ver pornografía y masturbarse en la oficina.
El análisis incluyó a 207 pacientes de varios hospitales psiquiátricos de los cuales 134 fueron diagnosticados como adictos al sexo, y ahora se tratará de determinar si esta patología provoca cambios en el cerebro como ocurre con la drogadicción, el alcoholismo u otras adicciones.
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