En primer lugar, debemos decir que del concierto que Juanes realizó en el estadio Luna Park de la ciudad de Buenos Aires, tendrían que haber tomado nota todos los sonidistas profesionales, ya que en un lugar conocido por sus malas condiciones acústicas ( era originalmente un ring de boxeo luego transformado en sala de espectáculos culturales ), los técnicos del músico colombiano lograron el milagro de un sonido claro, poderoso y contundente.
Ya esta insólita propiedad se manifestó durante el transcurso de la actuación de la banda invitada, María Eva ( que abusó con la cantidad de temas interpretados, los cuales además fueron en calidad descendente ) y en el telonero Vicente García, y alcanzaron su clímax durante la performance de la banda de Juanes, una verdadera maza sonora.
De María Eva puede decirse que ejecuta un pop agradable, con temas propios y una performance musical equilibrada y eficiente, pero que la cantante y bajista del grupo ( María Eva ) no demostró - al menos durante este concierto - condiciones suficientes como para llevar "la voz cantante".
Por su parte, el telonero Vicente García ( que sí supo ubicarse en su condición de tal y ejecutó unos pocos y sentidos temas ) tiene un talentoso estilo propio aunque con cierto "olor" a Silvio Rodrìguez que, adecuadamente producido, podría sin mayor esfuerzo convertirlo en una figura musical con vuelo propio.
Y finalmente, pasamos a comentar la performance de Juanes, a la cual debemos calificar como profesionalmente impecable, en calidad, cantidad y ejecución del show.
El músico se ha rodeado de instrumentistas de alta escuela, que constituyen un apoyo de una solidez fundamental, gracias a la cual pudo desarrollar una actuación programada hasta el más mínimo detalle aunque permitiendo amplios espacios para la expresividad y lo visceral, un equilibrio muy difícil de conseguir.
Un comienzo a todo gas con varios enganchados que culminaron con la proverbial "Camisa Negra" ofrecieron un anticipo de lo que sería toda la noche: un flujo de energía poderoso, del cual el público inmediatamente acusó recibo, produciéndose un instantáneo toma y daca que sólo se extinguiría con el final del concierto.
Uno a uno, el artista fue brindando sin retaceos todos sus éxitos, incluyendo una versión ( esta vez en solitario ) de "Azul", protagonista diferente e inspirador de su álbum "Juanes MTV Unplugged", donde lo interpretara junto al maestro Joaquín Sabina.
Juanes, un extraordinario e intenso compositor, afinado y claro ( salvo cuando para de cantar y habla con una aceleración hiperquinética ) , cumplió perfectamente su papel y su ceremonia lúdica con la gente, justificando plenamente el protagonismo y relevancia del cual goza actualmente, y todos los músicos de su impresionante banda, sin excepción, lo acompañaron a la misma altura, entrelazando un profesionalismo apabullante con una interpretacion hondamente comprometida de pura cepa latina, lo cual, sumado a sobrias luces y escenografía y a un sonido increíble, conspiraron para brindar un concierto inolvidable.
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