Los teóricos de la conspiración tienen una larga tradición en el uso de cascos de papel de aluminio para protegerse de las ondas de radio que también pueden ser utilizadas como una herramienta de control mental de las masas, considerándose altamente eficaz para repeler dichas ondas.
Puestos en el papel de cazadores de mitos, un grupo de estudiantes del Instituto Tecnológico de Massachusetts ( MIT ) , decidió investigar seriamente si esta creencia tenía fundamentos científicos.
Para ello, sometieron los tres modelos más usuales de dichos casos ( clásico, tipo centurión y fez )a una prueba con un analizador de redes mientras estaban colocados sobre las cabezas de cuatro voluntarios, y comprobaron que, efectivamente todos desvían las ondas provenientes de fuentes externas e incluso las emanadas desde el propio cráneo del usuario.
Sin embargo, en el caso de ciertas frecuencias, el efecto, en lugar de repelerlas, las ampliaba, y estas frecuencias especiales coinciden con las que el gobierno norteamericano emplea para uso reservado o secreto, conforme al listado oficial de la Comisión Federal de Comunicaciones.
Por lo tanto, y para inquietud de todo conspiranoico, los cascos intensificarían las habilidades invasivas del gobierno si para manipular las mentes éste utilizara sus frecuencias "especiales", y en el informe emitido por los estudiantes del MIT, se agrega que, conforme a los resultados, tal vez el propio gobierno pudo haber impuesto la tradición para manipular con mayor intensidad a quienes naturalmente se resisten ( aunque un conspiranoico de pura cepa podría especular conque los estudiantes del MIT fueron utilizados para escribir dicho artículo e inducir su desprotección ).
1 comentario:
Dios mío, que haré ahora? El gobierno sabe lo qué estoy pensando, viendo, escuchando, leyendo, comiendo y tomando. Mas ahora con el TPP11.
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