Debido a la violación de ciertos protocolos sanitarios antes del despegue del Mars Rover Curiosity, expertos de la NASA creen que microbios de la Tierra podrían propagarse en Marte.
El procedimiento consistió en la colocación de una broca esterilizada en un taladro del robot, cuando ésta debería haber sido instalada de forma automática después de que Curiosity aterrizara.
El personal técnico manifestó que decidieron abrir la caja, que estaba esterilizada y libre de microbios, por temor a que un aterrizaje brusco dañara el mecanismo automatizado, que es uno de los más importantes para llevar a cabo la búsqueda de señales de vida.
Los ingenieros no informaron a la microbióloga Catharine Conley -responsable de la prevención de la contaminación- hasta solo unos minutos antes del despegue el 26 de noviembre de 2011, y para entonces ya era demasiado tarde para corregir el error.
Todas las piezas del Curiosity, incluyendo las que tienen contacto con la superficie de Marte, como las brocas y las seis ruedas, fueron esterilizadas a altas temperaturas con sesiones de hasta 144 horas no obstante lo cual se calcula que alrededor de 250.000 esporas bacterianas sobrevivieron entre el despegue de la Tierra y el aterrizaje en Marte, la mayoría de las cuales deberían haber muerto minutos antes del aterrizaje a causa de las bajas temperaturas, la atmósfera rica en dióxido de carbono y la fuerte luz ultravioleta.
El temor de contaminación bacteriana terrestre en Marte persigue a los científicos debido a que en 2008, un experimento demostró que existen microbios de la Tierra que pueden sobrevivir a duras condiciones en el espacio, incluyendo temperaturas extremas, rayos cósmicos o luz ultravioleta, y particularmente, se teme que las actividades de perforación e para encontrar agua o hielo propague estas esporas bacterianas.
El procedimiento consistió en la colocación de una broca esterilizada en un taladro del robot, cuando ésta debería haber sido instalada de forma automática después de que Curiosity aterrizara.
El personal técnico manifestó que decidieron abrir la caja, que estaba esterilizada y libre de microbios, por temor a que un aterrizaje brusco dañara el mecanismo automatizado, que es uno de los más importantes para llevar a cabo la búsqueda de señales de vida.
Todas las piezas del Curiosity, incluyendo las que tienen contacto con la superficie de Marte, como las brocas y las seis ruedas, fueron esterilizadas a altas temperaturas con sesiones de hasta 144 horas no obstante lo cual se calcula que alrededor de 250.000 esporas bacterianas sobrevivieron entre el despegue de la Tierra y el aterrizaje en Marte, la mayoría de las cuales deberían haber muerto minutos antes del aterrizaje a causa de las bajas temperaturas, la atmósfera rica en dióxido de carbono y la fuerte luz ultravioleta.
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