Una polémica escena de la película austríaca del director Ulrich Seidl, presentada en la 69ª edición del Festival de Cine de Venecia, ha provocado un escándalo entre la comunidad católica.
La escena, considerada blasfema por los creyentes, muestra a Anna María, una ferviente devota religiosa, masturbándose con un crucifijo que descuelga de la pared de su habitación, luego de besarlo y acariciarlo con intensidad creciente, escena que ya ha sido catalogada como una de las más provocadoras del cine contemporáneo.
"La protagonista no entiende que la adoración ciega por Cristo la convierte en un ser inhumano, incapaz de sentir amor y de comunicar la más importante virtud cristiana: amar al prójimo", comentó el director.
La historia trata sobre una mujer que decide recorrer Venecia para tratar de convencer a la gente de unirse al catolicismo, del cual ella es fanática.
El abogado Pietro Guerini, que encabeza una asociación radical católica italiana, presentó una demanda contra el realizador de la película, la actriz Maria Hofstatter y los productores y organizadores de la 69ª edición de la Mostra de Venecia, por manifestar escenas blasfemas e indignantes que violan los artículos 403 y 404 del Código Penal italiano.
Seidl declaró que no va a pedir perdón ante los católicos. "No tengo por qué pedir perdón. Al contrario, estoy contento. Si para alguien la escena mostrada en mi película es tabú, esto no significa que no tenga derecho a incluir esta escena en el filme", manifestó el realizador en una entrevista concedida a la revista ‘The Hollywood Reporter’.
No hay comentarios:
Publicar un comentario