Con toda naturalidad - como si estuviera explicando una actitud perfectamente normal y justificada- Lesley Bowes, directora de la escuela King Ecgbert, explicó que, como medida para frenar el mal comportamiento de sus estudiantes y "garantizar su seguridad " ( ¿ les suena familiar ? ), se iban a equipar los aseos y vestuarios de la escuela con videocámaras de vigilancia.
207 escuelas británicas en Inglaterra, Gales y Escocia, adhirienron fervientemente a la iniciativa y, por supuesto, todos aseguraron con sorna y flema típicamente inglesa, que las grabaciones se revisarán sólo en caso de comportamiento sospechosos de los alumnos.
También aseguraron que las cámaras no registrarán actos íntimos dado que están dirigidas solo a las puertas, aunque no dejaron claro dónde exactamente están colocadas.
Según M. L. Litton, director de Wildern School, situada en el sur de Inglaterra que tiene cámaras en sus 12 baños, estos aparatos se colocan en las entradas y se dirigen hacia los lavabos para poder identificar a los estudiantes en el caso de algún incidente.
Tanto Lesley Bowes como M. L. Litton declaran que el objetivo principal del uso de las cámaras en los retretes es el control sobre “las cosas típicas de los jóvenes” como, por ejemplo, fumar, y no para luchar contra los problemas serios, e increíblemente, no han recibido quejas de los estudiantes ni de sus padres.
Algunos establecimientos tienen una cámara por cada cinco niños, la media de la secundaria 24 y la universitaria 30.
La atrocidad fue revelada en un inoforme del grupo de defensa de derechos humanos Big Brother Watch, que encontró que hay 106.710 cámaras espías en las escuelas secundarias y academias de toda Inglaterra y Gales, una cuarta parte del total utilizado para controlar todas las calles de Londres.
El director de Big Brother Watch Nick Pickles dijo que ellos mismos resultaron sorprendidos de la cantidad registrada, y que seguramente será una gran sorpresa tambièn para muchos padres.
El director de Big Brother Watch Nick Pickles dijo que ellos mismos resultaron sorprendidos de la cantidad registrada, y que seguramente será una gran sorpresa tambièn para muchos padres.
En realidad, es notorio y escalofriante a la vez ver cómo esta situación se corresponde perfectamente con la realidad exterior a los colegios:
Invocando cuestiones de seguridad / inseguridad, se avasalla descaradamente los derechos de los estudiantes ( ¿ les suena familiar ?), y en lugar de colocar la mayoría de las cámaras fuera del ámbito escolar, para controlar posibles intrusos y alumnos, más de la mitad se destina a los interiores ( ¿ les suena familiar? ) de los establecimientos, incluyendo vestuarios y aseos, con lo cual las autoridades deberían explicar las verdaderas razones de sus atropellos indiscriminados.
Además, según un estudio realizado en París hace cinco años, se encontró que las cámaras no detienen en absoluto el aumento de robos ni el nivel de desórden entre los alumnos ( no me diga que esto tambièn le suena familiar ).
El grupo de vigilancia Big Brother Watch pidió una revisión independiente de las cámaras espía s escolares para garantizar que las escuelas cuentan con políticas adecuadas para las grabaciones que se pueden o no se pueden ver, y por quièn.
El grupo de vigilancia Big Brother Watch pidió una revisión independiente de las cámaras espía s escolares para garantizar que las escuelas cuentan con políticas adecuadas para las grabaciones que se pueden o no se pueden ver, y por quièn.
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