El profesor británico Mike Hapgood, presidente del Space Environment Impacts Experts Group ( SEIEG ) y asesor del gobierno de su país sobre clima espacial, ha declarado que está luchando "para salvar la Tierra de una tormenta solar que causará el caos en todo el mundo el año que viene".
Hapgood afirma que una tormenta solar con una temperatura de aproximadamente 50.000 °C, generada por explosiones del sol, destruirá redes nacionales de energía y sistemas de posicionamiento global, y sus rayos magnéticos provocarán apagones generalizados de larga duración.
También podría producir efectos en cadena potencialmente mortales como por ejemplo, si las presas hidroeléctricas que frenan millones de galones de agua quedaran fuera de línea.
A principios del próximo año, el sol llegará a la cima de su ciclo de actividad de 11 años, lo cual dejará expuesto a nuestro planeta a un mayor riesgo de estas tormentas, y particularmente vulnerable por la dependencia de internet y equipamiento de alta tecnología sensible a las tormentas magnéticas.
"Una gran tormenta magnética puede penetrar la corteza terrestre, y conducir corrientes eléctricas a través de los cables de cobre o aluminio de las redes, provocando apagones globales, de uno o varios países enteros, los GPS quedarían fuera de servicio por varios días y con ellos todo tipo de transporte, incluyendo aviones.
El 21 de julio de este año hubo un evento de estas características en el sol, pero por suerte tuvo lugar en su lado lejano, si habría ocurrido en dirección a la Tierra hubiéramos tenido una tormenta magnética enorme"- asegura Hapgood quien estudia los extremos de estos hipotéticos escenarios.
Las tormentas magnéticas en la Tierra son causadas por las eyecciones de masa coronal (CMEs) en el sol, donde grandes nubes de gas normalmente mantenidas a raya por el campo magnético del Sol, se liberan de repente.
A diferencia de muchos desastres naturales, una enorme llamarada solar podría causar el mayor sufrimiento en los países desarrollados, donde podrían quedar inutilizados los tratamientos de aguas y aguas residuales, la refrigeración medicina, las entregas de supermercado, los controles de potencia de las estaciones y los mercados financieros.
"El Advanced Composition Explorer (ACE) es el indicador meteorológico espacial más important que existe, y puede dar aviso de tormentas geomagnéticas con una anticipación de entre 15 y 45 minutos, y sin embargo tiene 14 años de antigüedad y está operando más allá de su vida útil" advierte el Profesor Hapgood.
En 1859, el llamado "evento Carrington", una megatormenta magnética que tardó menos de 15 minutos en llegar a la Tierra, afectó a la Tierra mucho antes de que existieran Internet y el GPS provocó el fracaso de los sistemas de telégrafo en toda Europa y América del Norte.
La propia NASA ha advertido que un evento similar en el actual contexto tecnológico podría dejar a la mitad de los EE.UU. sin electricidad durante 90 segundos, sin carbón después de 30 días y que tomaría al país una década recuperarse, dejando un costo de 2 trillones de dólares sólo en el primer año.
El Profesor Hapgood le dijo a la revista New Scientist que no se trata de alarmismo, sinó de un informe justo y equilibrado y que es necesario educar a los políticos para que tomen urgentes acciones pues "nos estamos acercando más y más al borde de un posible desastre".
A principios del próximo año, el sol llegará a la cima de su ciclo de actividad de 11 años, lo cual dejará expuesto a nuestro planeta a un mayor riesgo de estas tormentas, y particularmente vulnerable por la dependencia de internet y equipamiento de alta tecnología sensible a las tormentas magnéticas.
Las tormentas magnéticas en la Tierra son causadas por las eyecciones de masa coronal (CMEs) en el sol, donde grandes nubes de gas normalmente mantenidas a raya por el campo magnético del Sol, se liberan de repente.
En 1859, el llamado "evento Carrington", una megatormenta magnética que tardó menos de 15 minutos en llegar a la Tierra, afectó a la Tierra mucho antes de que existieran Internet y el GPS provocó el fracaso de los sistemas de telégrafo en toda Europa y América del Norte.
El Profesor Hapgood le dijo a la revista New Scientist que no se trata de alarmismo, sinó de un informe justo y equilibrado y que es necesario educar a los políticos para que tomen urgentes acciones pues "nos estamos acercando más y más al borde de un posible desastre".
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