VENUS PREHISTÓRICO
Como ya hemos visto en numerosos posts, Venus siempre ha sido un planeta significativo en las culturas antigüas, considerado un planeta-deidad, y sindicado por importantes textos sagrados de todas partes del mundo como el planeta de procedencia ( nó necesariamente de orígen ) de una supuesta raza alienígena que llegó a la Tierra y enseñó al hombre todo lo que hoy comprende sobre ciencia y conciencia, a tal punto de que en varias culturas antigüas se representa su dios principal con Venus.
Se lo relaciona también con la manifestación de la más alta vibración que conoce el ser humano y que logra distinguirlo por sobre el resto de las especies vivientes: el amor, que de alguna manera es un reconocimiento implícito, mutatis mutandi, de que nuestro humanismo proviene de algún ente viviente que habita o habitó Venus.
Generalmente, tiene características femeninas entrelazadas con la conciencia colectiva de "La Madre" y de "La Fertilidad" que también subyace en la representación e interrelación antigüa, a través de la mítica "Orejona"/ Inana o madre primigenia: si existió en el remoto pasado del hombre una especie más evolucionada que lo influyó y transformó para siempre, su procedencia más probable ( nó necesariamente su orígen ) debió haber sido Venus y su líder o principal protagonista en la evolución humana, debió ostentar muy marcados principios femeninos.
VENUS HISTÓRICO
Con respecto a la manifestación astronómica que Venus ha completado el día de la fecha, ocurre periódicamente ( la última fue en el año 2004 y se ha observado en otras cinco oportunidades en 1639, 1761, 1769, 1874 y 1882 ) y este evento no fue conocido sino hasta 1.639, cuando el astrónomo Jeremiah Horrocks descubrió por primera vez el fenómeno unos pocos años después de la invención del telescopio al detectar en el sol este "lunar planetario".
Posteriormente, otro astrónomo, Johannes Kepler notó la recurrencia del tránsito de Venus, pero murió un año antes de poder verlo, en 1631.
Por su parte, un verdadero científico y serio estudioso ruso nacido en 1895, Immanuel Velikovsky, incorporó a Venus en el protagonismo de las esculturas cósmicas que protagonizan en el universo las colisiones de planetas, hoy día aceptadas con bastante consenso por la ciencia y especialmente mediatizadas a partir de las obras del investigador Zecharia Sitchin cuando propuso que un gigantesco planeta de órbita elíptica llamado Nibirú por los sumerios, había colisionado con la Tierra ( que por entonces se llamaba Tiamat ) partiéndola en dos, generando el actual cinturón de asteroides con una de las mitades y nuestro actual planeta con la otra.
La cuestión es que Velikovsky, que no era ningún visionario utópico sinó un verdadero científico, fue el verdadero padre de estas teorías ( por supuesto con el consabido rechazo del stablishment científico y los guardianes de la ortodoxia de su época ) las cuales reflejó en su libro "Mundos en Colisión".
La polémica obra se puede resumir así: en un momento de la historia de la humanidad, hace unos 18 siglos, un gigantesco cometa irrumpió en el sistema solar, rozó nuestro planeta con su cola y se convirtió, tras chocar posteriormente con Marte, en el planeta Venus.
Por este motivo, la órbita terrestre se modificó, sus polos magnéticos cambiaron de orientación, se inclinó el eje del planeta, se elevaron los continentes, y surgieron nuevas cadenas montañosas mientras otras desaparecieron, causando inundaciones de proporciones intercontinentales.
Velikovsky apoyó su teoría con evidencias geológicas y paleontológicas además de las fuentes ancestrales de los Vedas hindúes, de los sumerios, de los olmecas, de la biblia hebrea y de tantos otros textos de pueblos antigüos que ya hemos analizado aquí muchas veces.
Vale la pena que citemos textualmente una de las reflexiones de este genial científico que incorporó a Venus como protagonista de una de las mayores catástrofes cósmicas que azotaron nuestro planeta:
"Cada patrón de la historia y la conducta humana han sido configurados por recuerdos colectivos de catástrofes cósmicas que acongojaron y atribularon a nuestros ancestros. La memoria de estos desastres se borró, dando paso a que, con posterioridad, quedaran convertidos en tradiciones alegóricas o leyendas, cuando en realidad, se trataba de descripciones claras de grandes alteraciones cósmicas".
VENUS HISTÉRICO
Tragedias, catástrofes, muertes masivas, afectaciones en la vida espiritual y/o el signo zodiacal son sólo algunas de las manifestaciones histéricas que ha provocado el evento sin absolutamente ninguna base científica o siquiera "profética" ( aceptando lo inaceptable de una profecía ) que nos lleva una vez más a la misma reflexión: cómo nos gusta vivir asustados.
Las teorías de las catástrofes se basan en que los sistemas planetarios, en su mecánica solar, si bien son en apariencia estructuralmente estables, también son propensos a manifestar discontinuidad produciendo cambios repentinos ( lo cual es muy correcto ) muchos de los cuales no estamos en condiciones técnicas de explicar, pero esta es una generalización nó necesariamente aplicable a cualquier evento irregular o infrecuente que ocurra en el universo.
Esta manera de pensar equivale a armar un castillo de naipes sobre una mesa iluminada por una lámpara, y enunciar que, pese a su apariencia estable, el castillo es muy susceptible al derrumbe ante situaciones inestables y luego concluír que apagar la luz puede ser causa de dicho derrumbe, situación que, científicamente, estamos en condiciones de asegurar que no incidiría en su estabilidad.
De hecho, el último tránsito de Venus, ocurrido el 8 de junio de 2004 no aparejó ni la más mínima consecuencia para la estabilidad y seguridad de nuestro planeta.
Luego quedan las especulaciones espurias sobre numerología ( otra ciencia degradada, bastardeada e incomprendida ) que relacionan el hecho de que en algunos lugares el fenómeno será visible el miércoles 6 y tendrá una duración aproximada de 6 horas, con el capítulo 13 del Apocalipsis en el cual simplemente se menciona el número 666 como el número de la bestia ( ¿¿¡¡?? ).
Estas teorías son directamente impresentables, aunque básicamente siguen el "curso básico de distorsión inductiva", en la cual se infieren propiedades generales a evidencias asimétricas, tendenciosas y subjetivas: en "algunos lugares" el fenómeno se vio el día 6 y en muchos otros, el día 5.
¿Los que lo vieron el 5 son subhumanos que no han sido "elegidos"?.¿¿Y el tercer 6 ??...
Abandonando definitivamente estas perplejidades y confusiones, diremos, una vez más, que no creemos en profecías apocalípticas: nadie puede tener visiones del futuro porque los hechos visionados aún no han ocurrido.
El principio de incertidumbre que constituye la piedra angular de la física cuántica establece que cualquier evento predicho puede ser modificado desde el presente y por lo tanto su valor premonitorio basado en el pasado o el presente es nulo, o constituye sólo una posibilidad entre una cantidad casi infinita, lo cual para el caso dá lo mismo pues no se puede calcular.
Además, la nó fijación específica e indudable de fechas en una profecía origina otra confusión típica en la especie humana: SI SE FIJA COMO LÍMITE LA ETERNIDAD, ES SEGURO QUE UNA PROFECÍA SE CUMPLIRÁ.
Con este "truco" cualquiera puede profetizar, incluso Ud., querido lector o yo.
¿Ejemplo? Yo puedo bosquejar la siguiente máxima profética:
"LA IRA DE DIOS CAERÁ SOBRE LA INIQUIDAD HUMANA EL DÍA EN QUE LA TIERRA SE AGITE EN ESPASMOS, LA LUNA QUEDE CONFUNDIDA Y EL SOL OSCUREZCA SU LUZ. ESE DÍA PESARÁN SOBRE EL HOMBRE TODOS SUS CRÍMENES".
Si a esto le agregamos el nombre de alguna ciudad inexistente o imaginaria, tenemos asegurada la inmortalidad como profetas:
"LA IRA DEL TODOPODEROSO SE ALZARÁ SOBRE LA PECADORA PROFETILANDIA Y LA REDUCIRÁ A CENIZAS PARA ESCARMIENTO DE TODA LA HUMANIDAD".
Seguramente, en algún momento histórico posterior a nuestros dichos, la tierra se agitará en espasmos ( terremotos ), la luna quedará confundida ( eclipses ), el sol oscurecerá su luz ( eclipses, erupciones volcánicas y lista infinita ) y alguna ciudad del mundo será destruída por alguna catástrofe natural y nosotros habremos pasado a engrosar la lista de profetas famosos.
Volviendo a las visiones apocalípticas, sí aceptamos que puedan ser imágenes de cataclismos pasados grabados genéticamente en el inconsciente colectivo de la humanidad, recuperables sólo bajo ciertas condiciones como el éxtasis místico, aunque al no producir el organismo una base bio-química lo suficientemente adecuada, se reciba confusa como para generar interpretaciones extemporáneas.
13 BAAK'TUUN
La manifestación astronómica ocurrida hoy para muchos significa el regreso de Quetzalcoátl y es una presunción técnicamente intachable pues la cultura maya fue una de las tantas que relacionó al planeta Venus con su deidad fundamental, además del hecho de que dicha cultura realizó un minucioso seguimiento astronómico del planeta ( el Códice Dresde demuestra que lo observaban con particular empeño ) como se desprende de un mural descubierto en la "Sala de los Frescos" en la última gran urbe construída por los mayas antes de la llegada de los españoles, Mayapán, al sur de Mérida, que recibe un particular juego de iluminación lateral del sol que podría aludir al tránsito de Venus y a la coincidencia del ciclo 13 baak'tuun con el movimiento venusino ( 13 baak'tuun es un ciclo maya de 5.125 años que finaliza en 2012 ).
Las teorías de las catástrofes se basan en que los sistemas planetarios, en su mecánica solar, si bien son en apariencia estructuralmente estables, también son propensos a manifestar discontinuidad produciendo cambios repentinos ( lo cual es muy correcto ) muchos de los cuales no estamos en condiciones técnicas de explicar, pero esta es una generalización nó necesariamente aplicable a cualquier evento irregular o infrecuente que ocurra en el universo.
Esta manera de pensar equivale a armar un castillo de naipes sobre una mesa iluminada por una lámpara, y enunciar que, pese a su apariencia estable, el castillo es muy susceptible al derrumbe ante situaciones inestables y luego concluír que apagar la luz puede ser causa de dicho derrumbe, situación que, científicamente, estamos en condiciones de asegurar que no incidiría en su estabilidad.
De hecho, el último tránsito de Venus, ocurrido el 8 de junio de 2004 no aparejó ni la más mínima consecuencia para la estabilidad y seguridad de nuestro planeta.
Luego quedan las especulaciones espurias sobre numerología ( otra ciencia degradada, bastardeada e incomprendida ) que relacionan el hecho de que en algunos lugares el fenómeno será visible el miércoles 6 y tendrá una duración aproximada de 6 horas, con el capítulo 13 del Apocalipsis en el cual simplemente se menciona el número 666 como el número de la bestia ( ¿¿¡¡?? ).
Estas teorías son directamente impresentables, aunque básicamente siguen el "curso básico de distorsión inductiva", en la cual se infieren propiedades generales a evidencias asimétricas, tendenciosas y subjetivas: en "algunos lugares" el fenómeno se vio el día 6 y en muchos otros, el día 5.
¿Los que lo vieron el 5 son subhumanos que no han sido "elegidos"?.¿¿Y el tercer 6 ??...
Abandonando definitivamente estas perplejidades y confusiones, diremos, una vez más, que no creemos en profecías apocalípticas: nadie puede tener visiones del futuro porque los hechos visionados aún no han ocurrido.
El principio de incertidumbre que constituye la piedra angular de la física cuántica establece que cualquier evento predicho puede ser modificado desde el presente y por lo tanto su valor premonitorio basado en el pasado o el presente es nulo, o constituye sólo una posibilidad entre una cantidad casi infinita, lo cual para el caso dá lo mismo pues no se puede calcular.
Además, la nó fijación específica e indudable de fechas en una profecía origina otra confusión típica en la especie humana: SI SE FIJA COMO LÍMITE LA ETERNIDAD, ES SEGURO QUE UNA PROFECÍA SE CUMPLIRÁ.
Con este "truco" cualquiera puede profetizar, incluso Ud., querido lector o yo.
¿Ejemplo? Yo puedo bosquejar la siguiente máxima profética:
"LA IRA DE DIOS CAERÁ SOBRE LA INIQUIDAD HUMANA EL DÍA EN QUE LA TIERRA SE AGITE EN ESPASMOS, LA LUNA QUEDE CONFUNDIDA Y EL SOL OSCUREZCA SU LUZ. ESE DÍA PESARÁN SOBRE EL HOMBRE TODOS SUS CRÍMENES".
Si a esto le agregamos el nombre de alguna ciudad inexistente o imaginaria, tenemos asegurada la inmortalidad como profetas:
"LA IRA DEL TODOPODEROSO SE ALZARÁ SOBRE LA PECADORA PROFETILANDIA Y LA REDUCIRÁ A CENIZAS PARA ESCARMIENTO DE TODA LA HUMANIDAD".
Seguramente, en algún momento histórico posterior a nuestros dichos, la tierra se agitará en espasmos ( terremotos ), la luna quedará confundida ( eclipses ), el sol oscurecerá su luz ( eclipses, erupciones volcánicas y lista infinita ) y alguna ciudad del mundo será destruída por alguna catástrofe natural y nosotros habremos pasado a engrosar la lista de profetas famosos.
Volviendo a las visiones apocalípticas, sí aceptamos que puedan ser imágenes de cataclismos pasados grabados genéticamente en el inconsciente colectivo de la humanidad, recuperables sólo bajo ciertas condiciones como el éxtasis místico, aunque al no producir el organismo una base bio-química lo suficientemente adecuada, se reciba confusa como para generar interpretaciones extemporáneas.
13 BAAK'TUUN
La manifestación astronómica ocurrida hoy para muchos significa el regreso de Quetzalcoátl y es una presunción técnicamente intachable pues la cultura maya fue una de las tantas que relacionó al planeta Venus con su deidad fundamental, además del hecho de que dicha cultura realizó un minucioso seguimiento astronómico del planeta ( el Códice Dresde demuestra que lo observaban con particular empeño ) como se desprende de un mural descubierto en la "Sala de los Frescos" en la última gran urbe construída por los mayas antes de la llegada de los españoles, Mayapán, al sur de Mérida, que recibe un particular juego de iluminación lateral del sol que podría aludir al tránsito de Venus y a la coincidencia del ciclo 13 baak'tuun con el movimiento venusino ( 13 baak'tuun es un ciclo maya de 5.125 años que finaliza en 2012 ).
Por supuesto, ninguna de estas observaciones y registros en estelas, códices o pinturas mayas tiene ni la más remota relación ni sustento histórico, antropológico, arqueológico o cultural con la profetización del fin del mundo, como ya lo hemos dicho hasta el cansancio y continuaremos diciéndolo, por supuesto, en 2.013.
QUETZALCOATL
Arquetipo de renovación espiritual y cultural, cuyos votos de regresar al final de los tiempos ( similares a los que realizaron todas las figuras emblemáticas de todas las religiones del mundo ) implicará la recuperación de la totalidad multidimensional del hombre y su reinserción en sus orígenes estelares, Quetzalcoatl simboliza la necesidad de transformación interna del hombre para alcanzar una sabiduría superior.
Aclaramos aquí que para nosotros la sabiduría superior que pregonaron todos los líderes espirituales del pasado, implica conseguir un equilibrio entre la evolución científica y la de la conciencia, para que ese balance evite holocaustos y desgracias como las que abruman nuestro pasado, presente y seguramente futuro pues como redomados incrédulos ( aunque tendenciosos ) que somos, vemos que nuestra especie no está transmitiendo ni las más mínimas señales de transformación en tal aspecto, sinó todo lo contrario: cada vez más esclavos mecanizados de una tecnocracia materialista, empadronados y engrillados incluso antes de nacer, tatuados con láser, destruída la capacidad de pensar, cortados de todo orígen divino, y nivelados por lo bajo en una masa amorfa e indiferenciada, sólo nos vemos avanzando hacia el animal, hacia el reptar, lo contrario a lo pregonado por todos los líderes espirituales de la humanidad.
Aclaramos aquí que para nosotros la sabiduría superior que pregonaron todos los líderes espirituales del pasado, implica conseguir un equilibrio entre la evolución científica y la de la conciencia, para que ese balance evite holocaustos y desgracias como las que abruman nuestro pasado, presente y seguramente futuro pues como redomados incrédulos ( aunque tendenciosos ) que somos, vemos que nuestra especie no está transmitiendo ni las más mínimas señales de transformación en tal aspecto, sinó todo lo contrario: cada vez más esclavos mecanizados de una tecnocracia materialista, empadronados y engrillados incluso antes de nacer, tatuados con láser, destruída la capacidad de pensar, cortados de todo orígen divino, y nivelados por lo bajo en una masa amorfa e indiferenciada, sólo nos vemos avanzando hacia el animal, hacia el reptar, lo contrario a lo pregonado por todos los líderes espirituales de la humanidad.
Viviendo en esta realidad fabricada, de pan y circo, diseñada para distraer, alienar y controlar completamente, con objetivos ilusorios de grandeza, poder, éxito, fama y cuentas bancarias, mientras se exhalta en todos los medios la crítica y ataque al prójimo, a doblar la voluntad del otro, sin importar mirar primero la viga en el propio ojo antes de disparar para terminar de alejar al hombre de toda mínima posibilidad de autoconciencia, jamás lograremos el equilibrio pregonado por los grandes líderes, sean mayas, hindúes o cristianos.
La mayoría sigue este diseño manipulador de visionar una quimera con el fervor de un fanático suprimiendo definitivamente la expresión real interior, lo que se ha llamado humanidad y que se supone nos distinguía favorablemente de las otras especies del planeta.
De allí al genocidio periódico resta sólo una pequeña chispa que explote la pólvora del tráfico de odio de un pogromo basado en el desprecio de los demás, en la creencia de que es voluntad de algún patético dios que ciertas personas sean dignas de destrucción y de que calamidades naturales son el resultado de la falla para evitar a estos indeseables.
Todo lo antedicho no puede ser de ninguna manera preludio de una transformación espiritual inminente, en el más optimista de los casos puede suponerse que toda caída una vez que encuentra fondo no tiene más remedio que subir, y que tal vez - sólo tal vez - luego de semejante decadencia terminal, se dé un renacimiento espiritual, salvo que se considere incorporar a esta agorera ecuación la posibilidad -ciertamente, muy presente en anteriores circunstancias históricas de la humanidad - de una semilla revolucionaria subyacente que crezca oculta entre la espantosa superficialidad reinante, y que encuentre una manifestación explosiva inesperada que, como toda revolución, tome por sorpresa a quienes se sentían cómodos y seguros en sus tronos de nada.
La mayoría sigue este diseño manipulador de visionar una quimera con el fervor de un fanático suprimiendo definitivamente la expresión real interior, lo que se ha llamado humanidad y que se supone nos distinguía favorablemente de las otras especies del planeta.
De allí al genocidio periódico resta sólo una pequeña chispa que explote la pólvora del tráfico de odio de un pogromo basado en el desprecio de los demás, en la creencia de que es voluntad de algún patético dios que ciertas personas sean dignas de destrucción y de que calamidades naturales son el resultado de la falla para evitar a estos indeseables.
Todo lo antedicho no puede ser de ninguna manera preludio de una transformación espiritual inminente, en el más optimista de los casos puede suponerse que toda caída una vez que encuentra fondo no tiene más remedio que subir, y que tal vez - sólo tal vez - luego de semejante decadencia terminal, se dé un renacimiento espiritual, salvo que se considere incorporar a esta agorera ecuación la posibilidad -ciertamente, muy presente en anteriores circunstancias históricas de la humanidad - de una semilla revolucionaria subyacente que crezca oculta entre la espantosa superficialidad reinante, y que encuentre una manifestación explosiva inesperada que, como toda revolución, tome por sorpresa a quienes se sentían cómodos y seguros en sus tronos de nada.
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