Los primeros pacientes víctimas de accidentes cerebrovasculares han sido tratados con células madre mostrando alentadores signos de mejoría.
Cinco hombres progresaron en su capacidad para moverse y en un caso también para hablar luego de ser inyectados con millones de células madres de un bebé abortado de doce semanas de edad.
El tratamiento ha recibido las críticas de activistas que no justifican el uso de tejido abortado, sean cuales sean los beneficios para los pacientes.
El estudio se llevó a cabo en el hospital Gneral de Glasgow, Escocia y fue el primero en el mundo aplicado a pacientes con accidentes cerebrovasculares, y se estima que mayores dósis podrían traer mejoras más considerables, como recuperar la capacidad de sostener una taza o girar la llave de una cerradura.
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