Tal vez una tortuga sea lenta para reaccionar, pero cuando se le agota la paciencia, se le agota para siempre.
Las dos tortugas gigantes de un zoológico de Austria, Bibi y Poldi, se separaron tras vivir 115 años juntas, por decisión de la hembra, Bibi, quien comenzó la ruptura atacando a su pareja y mordiéndole el caparazón para luego continuar con una serie de ataques que obligaron a los cuidadores a mudar a Poldi a otra jaula.
Para intentar reconciliarlos, las autoridades del zoológico probaron terapias de pareja y comidas afrodisíacas pero todo ha sido en vano.
Bibi definitivamente no soporta más estar junto a Poldi y ha decidido no volver a relacionarse con él, lo cual constituye un caso muy raro entre parejas que como ésta han vivido juntas desde su niñez, según comenta la jefa del zoológico Helga Happ.
La ex pareja nació en 1897 y arribó al zoológico de Klagenfurt hace 36 años procedentes de Basilea, Suiza.
Para intentar reconciliarlos, las autoridades del zoológico probaron terapias de pareja y comidas afrodisíacas pero todo ha sido en vano.
Bibi definitivamente no soporta más estar junto a Poldi y ha decidido no volver a relacionarse con él, lo cual constituye un caso muy raro entre parejas que como ésta han vivido juntas desde su niñez, según comenta la jefa del zoológico Helga Happ.
La ex pareja nació en 1897 y arribó al zoológico de Klagenfurt hace 36 años procedentes de Basilea, Suiza.
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