jueves, 24 de mayo de 2012

STARLITE: LA HISTORIA DE OTRO MISTERIOSO INVENTO QUE PUDO CAMBIAR EL MUNDO

Era el material super resistente que podría haber cambiado el mundo para siempre, pero su inventor, que falleció el año pasado, no logró venderlo y tal vez se llevó su secreto a la tumba.
Los científicos reconocen estar desesperados por conocer los misterios de 'Starlite', el invento del excéntrico inglés y  ex peluquero Maurice Ward, que no tenía formación científica formal ( como casi todos los genios que han pasado por este mundo ) y sin embargo creó hace 27 años lo que la ciencia ha descripto como un impresionante, imposible y milagroso desafío a las suposiciones sobre física y termodinámica.
Starlite es una barrera térmica: puede resistir temperaturas tres veces superiores a las que son capaces de derretir los diamantes, y es difícil pensar en otro invento que pueda tener mayores implicaciones.
El 22 de agosto de 1985 un avión británico de la empresa Airtours se incendió en el Aeropuerto de Manchester y Ward quedó impresionado por el hecho de que fue un desastre aéreo en tierra en el cual 55 personas fallecieron en 40 segundos, y se puso entonces a tratar de inventar un material que sirviera como barrera ignífuga, probando 20 fórmulas por día combinando materiales en una procesadora de alimentos casera.
Una vez que hubo logrado la mezla que buscaba la puso a prueba con un soplete. La pieza resistió 2.500 ° C de calor y además permaneció fría al tacto.
Había nacido Starlite, un material que simplemente se puede pintar sobre cualquier cosa que se desee proteger y que no sólo resiste al calor sinó que se enfría a sí mismo, lo cual le dá posiblidades de aplicaciones infinitas: muebles, trajes, edificios enteros, tanques blindados, misiles, naves espaciales y todo lo que Ud. pueda agregar con su imaginación.
El invento se dió a  conocer al mundo en el programa de la BBC "El Mundo Del Mañana ' en 1991, durante la cual Ward sostuvo un huevo recubierto con Starlite y le aplicó calor extremo con un soplete.
El huevo no sólo resistió perfectamente sinó que se conservó apenas tibio al tacto.
Hoy, a casi tres décadas de haber sido inventado, el Starlite aún no está en el mercado y tal vez no lo esté jamás al haber fallecido su creador, aunque sus familiares aseguran conocer la fórmula sin haber aún  ofrecido pruebas de ello.
Las razones son complejas y algunos acusan a Ward ( quien obviamente al principio tuvo que soportar las más necias burlas y rechazos ) de paranoico y caprichoso, egoísta y exagerado en su celo de manetener un secreto absoluto, mientras otros creen ver en él un verdadero conocedor de sus semejantes y sobre todo de los despiadados métodos de las corporaciones y un hombre inteligente que sabe evaluar sabiamente las consecuencias y responsabilidades del poder.
El robo de dos de sus muestras y otros innumerables intentos fallidos, infructuosos allanamientos gubernamentales de sus oficinas y un hackeo informático de su ordenador parecen darle la razón a sus aparentes exageraciones.
Los resultados de la infinidad de pruebas a las que fue sometida el material es tan sorprendente como el mismo Starlite:
El Ministerio de Defensa del Reino Unido envió a un experto, Keith Lewis, quien le disparó un láser lo suficientemente potente para perforar un agujero a través de un ladrillo, y no hubo daños. Ward se negó en principio a dejarle analizar el material, pero luego su abogado Toby Greenbury lo convenció de que permitiera tomar una muestra al Cavendish Laboratory de Cambridge, donde fue sometido a pruebas de conductividad térmica.
Al echar Lewis una mirada al material a través de un microscopio electrónico, se tambaleó con lo que vio: una gran variedad de "pequeños huecos" entre dos y cinco micrómetros de ancho en la superficie del Starlite que le otorgaban su aislamiento y  su baja conductividad térmica.
EL "LABORATORIO SECRETO" DE MAURICE WARD
Lewis comentó: "Lo que Ward había hecho - y él no lo sabía hasta que se lo dije - era desarrollar un material compuesto con un mecanismo de protección de ingeniería inteligente".
Le preguntó en qué principio se basaba su invento, si el de difusión, absorción o rechazo del calor, y Ward le contestó que era un proceso muy complejo con una combinación de todos estos efectos y otros millones de ellos que estaban sucediendo al mismo tiempo.
Luego se sometió al huevo de Ward a una prueba nuclear bombardeándolo con la energía de una fuente de luz que simulaba un destello nuclear, equivalente a una temperatura de 10.000°C.
El huevo permaneció allí, carbonizado pero intacto.La prueba se repitió dos veces con el mismo resultado.
Además, normalmente, luego de un primer intento con otros materiales, se debía aguardar un mínimo de dos horas para esperar que los mismos se enfríen, pero con el huevo de Ward diez minutos después de la prueba estaba nuevamente a temperatura ambiente riéndose de ellos.
En junio de 1991 una muestra fue enviada al sitio de pruebas de armas atómicas White Sands en Nuevo México y sometida a un ataque nuclear simulado.
Un video de la prueba muestra los bosques reducidos a aserrín, un avión hecho pedazos, un tanque blindado volteado...y Starlite intacta.
Boeing y la NASA, entre muchos otros, hicieron ofertas a Ward, pero todos se fueron con las manos vacías: las condiciones que exigía el excéntrico inglés con una muy particular e inteligente visión del mundo eran peculiares: se negaba a firmar acuerdos de confidencialidad ( inaceptable para gobiernos y corporaciones ), demandaba empresa mixtas en las que insistía en mantener el 51 % y exigía la firma de un acuerdo en el cual se comprometieran a no plagiarlo ni realizar ingeniería inversa sobre su invento.En todos los casos demandaba estar a cargo de la dirección y control de la producción de Starlite, lo cual se nos ocurre indispensable para alguien que no quiera cargar sobre su conciencia con "aventuras" equivalentes a Hiroshima y Nagasaki.
Totalmente inaceptable para el poder dominante, que quiere que le den la pistola, las balas y la libertad absoluta para empezar a disparar a quien él designe como enemigo, y la razón subyacente por la cual el mundo no tiene Starlite, ni otras invenciones tremendamente poderosas como por ejemplo, los mejores inventos de Nikola Tesla.
En valores Q ( una calificación de absorción de energía ) donde los paneles del trasbordador espacial tendrían un valor de uno, Starlite tendría 2.470.
En 2011, Maurice Ward  murió interrumpiendo serias y avanzadas negociaciones con una empresa de aviación hindú para venderle su producto, y tal vez se llevó consigo a la tumba el secreto de uno de los más impresionantes inventos del siglo 20. 

No hay comentarios:

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...