Esta tecnología ensayada con éxito por científicos españoles de la Universitat de Barcelona luego de dos años y medio de desarrollo, permite transmitir a un robot todo tipo de movimientos de un ser humano desde cualquier lugar del planeta.
Colocando un robot en Londres, desde la ciudad de Barcelona los investigadores lograron hacerle repteir todos los movimientos de un ser humano mediante la utilización de un traje espacial que posee diecisiete sensores y un casco con una pantalla frente a cada ojo para que la persona pueda ver en 3D lo que captan las cámaras del robot y unos altavoces para que pueda escuchar también los sonidos que capta.
En el desarrollo de la tecnología participan unos 40 investigadores de siete países y está financiado por la Unión Europea con 11 millones de euros.
Sus utilidades son prácticamente infinitas, como enviar al robot a zonas contaminadas o a caminar entre el fuego en un rescate, asistir a conferencias o entrevistas sin moverse de la casa o enviar un robot astronauta en nuestro lugar a otros planetas o a reparar nuestra nave espacial.
Colocando un robot en Londres, desde la ciudad de Barcelona los investigadores lograron hacerle repteir todos los movimientos de un ser humano mediante la utilización de un traje espacial que posee diecisiete sensores y un casco con una pantalla frente a cada ojo para que la persona pueda ver en 3D lo que captan las cámaras del robot y unos altavoces para que pueda escuchar también los sonidos que capta.
En el desarrollo de la tecnología participan unos 40 investigadores de siete países y está financiado por la Unión Europea con 11 millones de euros.
Sus utilidades son prácticamente infinitas, como enviar al robot a zonas contaminadas o a caminar entre el fuego en un rescate, asistir a conferencias o entrevistas sin moverse de la casa o enviar un robot astronauta en nuestro lugar a otros planetas o a reparar nuestra nave espacial.
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