Amón 3554 tiene apenas un kilómetro y medio de ancho, y es uno de los asteroides clase M ( metalíferos ) más pequeños en órbita alrededor del sol.
Así de insignificante como puede parecer, podría contener, según una estimación realizada por el profesor de ciencia Planetaria John S.Lewis, autor del libro "Minería en el Cielo", que sometió al cuerpo celeste a un riguroso análisis químico, unos 8 billones de dólares en platino, un metal esencial precioso utilizado en todo, desde joyas a pilas para las computadoras, pero que en la Tierra sólo se produce a razón de unos pocos cientos de toneladas por año.
Según el mismo estudio, Amón 3554 podría contener otros 8 billones de dólares en hierro y níquel, y 6 mil millones de dólares en cobalto. Por lo tanto, este pequeño asteroide podría tener un valor nominal de unos 20.000.000.000.000 de dólares.
Para tentar una comparación: para igualar la actual fortuna de Apple, una empresa minera sólo necesitaría extraer la cuarta parte de las riquezas de Amón 3554.
Pero allí la cosa recién empieza, ya que este asteroide no es único: otro asteroide cercano a la Tierra, conocido como 1986 DA, de similares dimensiones que Amón 3554, podría contener 100.000 toneladas de platino y 10.000 toneladas de oro, y existen aproximadamente 9.000 más que aún no han sido investigados, algunos de los cuales podrían probablemente dejar empequeñecidos a Amon 3554 y a 1986 DA en cuanto al contenido de sus riquezas minerales.
Por lo tanto, todo se trata de enviar primero telescopios espaciales que hagan una prospección de cada uno, y luego...¡a excavar!.
Este es el motor que impulsó el Planetary Resource Team, la primer empresa de minería espacial con sede en Seattle, creado por los jefes de Google, Larry Page y Eric Schmidt y el cineasta James Cameron entre otras personalidades.
El ex-astronauta Tom Jones, veterano de cuatro misiones del transbordador espacial norteamericano y asesor de la empresa que tiene como objetivo extraer de los asteroides oro, platino y componentes minerales necesarios para fabricar combustible para cohetes, explicó que muchos asteroides tienen una superficie rocosa muy débilmente sostenida por la gravedad, y que no debería ser demasiado difícil inventar una máquina que oficie como una especie de soplador de nieve y permita recoger material de las rocas espaciales.
Científicos que no participan del proyecto lo han tildado de difícil y costoso, y dicen no ver cómo podría ser rentable, aún considerando extracción segura de oro y platino por valor de 1.600 dólares la onza, ya que con el nivel de tecnología actual una misión semejante haría la rentabilidad completamente insostenible.
Los co-fundadores de la empresa, Peter Diamandis, y Eric Anderson no se dieron por notificados de estas observaciones, salvo en el hecho de reconocer los riesgos potenciales y de que se trata de una inversión a largo plazo, y aseguraron que en dos años será lanzada una primer misión de prueba.
La empresa estima que el envío de sondas robóticas y la comunicación vía láser en lugar de a través de antenas, podrían reducir los costos actuales desde diez hasta cien veces y actualmente ya están en búsqueda de expertos en sistema de orientación, navegación, control y guiado de naves espaciales a través de sistemas ópticos láser que estén dispuestos, literalmente, a "ensuciarse las manos".
"Si Usted persigue cualquier otro tipo de motivación, olvídelo" pregona claramente la página oficial de la empresa.
Así de insignificante como puede parecer, podría contener, según una estimación realizada por el profesor de ciencia Planetaria John S.Lewis, autor del libro "Minería en el Cielo", que sometió al cuerpo celeste a un riguroso análisis químico, unos 8 billones de dólares en platino, un metal esencial precioso utilizado en todo, desde joyas a pilas para las computadoras, pero que en la Tierra sólo se produce a razón de unos pocos cientos de toneladas por año.
Según el mismo estudio, Amón 3554 podría contener otros 8 billones de dólares en hierro y níquel, y 6 mil millones de dólares en cobalto. Por lo tanto, este pequeño asteroide podría tener un valor nominal de unos 20.000.000.000.000 de dólares.
Para tentar una comparación: para igualar la actual fortuna de Apple, una empresa minera sólo necesitaría extraer la cuarta parte de las riquezas de Amón 3554.
Pero allí la cosa recién empieza, ya que este asteroide no es único: otro asteroide cercano a la Tierra, conocido como 1986 DA, de similares dimensiones que Amón 3554, podría contener 100.000 toneladas de platino y 10.000 toneladas de oro, y existen aproximadamente 9.000 más que aún no han sido investigados, algunos de los cuales podrían probablemente dejar empequeñecidos a Amon 3554 y a 1986 DA en cuanto al contenido de sus riquezas minerales.
Por lo tanto, todo se trata de enviar primero telescopios espaciales que hagan una prospección de cada uno, y luego...¡a excavar!.
Este es el motor que impulsó el Planetary Resource Team, la primer empresa de minería espacial con sede en Seattle, creado por los jefes de Google, Larry Page y Eric Schmidt y el cineasta James Cameron entre otras personalidades.
El ex-astronauta Tom Jones, veterano de cuatro misiones del transbordador espacial norteamericano y asesor de la empresa que tiene como objetivo extraer de los asteroides oro, platino y componentes minerales necesarios para fabricar combustible para cohetes, explicó que muchos asteroides tienen una superficie rocosa muy débilmente sostenida por la gravedad, y que no debería ser demasiado difícil inventar una máquina que oficie como una especie de soplador de nieve y permita recoger material de las rocas espaciales.
Científicos que no participan del proyecto lo han tildado de difícil y costoso, y dicen no ver cómo podría ser rentable, aún considerando extracción segura de oro y platino por valor de 1.600 dólares la onza, ya que con el nivel de tecnología actual una misión semejante haría la rentabilidad completamente insostenible.
Los co-fundadores de la empresa, Peter Diamandis, y Eric Anderson no se dieron por notificados de estas observaciones, salvo en el hecho de reconocer los riesgos potenciales y de que se trata de una inversión a largo plazo, y aseguraron que en dos años será lanzada una primer misión de prueba.
La empresa estima que el envío de sondas robóticas y la comunicación vía láser en lugar de a través de antenas, podrían reducir los costos actuales desde diez hasta cien veces y actualmente ya están en búsqueda de expertos en sistema de orientación, navegación, control y guiado de naves espaciales a través de sistemas ópticos láser que estén dispuestos, literalmente, a "ensuciarse las manos".
"Si Usted persigue cualquier otro tipo de motivación, olvídelo" pregona claramente la página oficial de la empresa.
"Si uno mira hacia atrás históricamente lo que ha expandido las inversiones en exploración y transporte"- dijo un portavoz de la compañía- " ha sido la búsqueda permanente de recursos de la humanidad, los europeos siguiendo las rutas de las especias, o los colonos americanos buscando oro en el oeste, por dar sólo dos ejemplos, aunque también se podrían agregar las búsquedas de petróleo , madera o tierra" continuó.
"Esos recursos preciosos originaron las grandes inversiones en buques ferrocarriles y oleoductos, y mirando hacia el espacio, todo lo que tienen valor en la Tierra - metales, minerales, energía, bienes raíces, agua - se encuentra en cantidades casi infinitas en el espacio. " concluyó.
"Esos recursos preciosos originaron las grandes inversiones en buques ferrocarriles y oleoductos, y mirando hacia el espacio, todo lo que tienen valor en la Tierra - metales, minerales, energía, bienes raíces, agua - se encuentra en cantidades casi infinitas en el espacio. " concluyó.
Además de los multimillonarios accionistas de Google y el cineasta Cameron, entre los inversores se encuentran el ex jefe de software de Microsoft Charles Simonyi, visitante en dos ocasiones de la Estación Espacial Internacional, el director fundador de Google K. Ram Shriram y Ross Perot Jr.
La minería podría producir una gran cantidad de agua congelada dentro de los asteroides, oxígeno y metales que no sólo podía ser traídos a la Tierra, sinó que pormoverían la construcción de estaciones espaciales y por ende la expansión de la humanidad en el espacio.
Otro escenario posible podría consistir en el lanzamiento de una nave espacial robótica a cualquier asteroide para explotarlo directamente o bien transportarlo cerca de la Tierra para ser allí extraído por mineros humanos espaciales.
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