Suena como de ciencia ficción, pero no lo es: científicos chinos y australianos en la Universidad Huazhong de Ciencia y Tecnología, el Centro de Nanociencia de Plasma de la Universidad de Sydney en Australia y la City University de Hong Kong, ha creado una linterna de plasma de mano que mata a las bacterias en un instante, impulsada por una batería de 12 V que ni siquiera requiere generador externo de energía ni enchufarse a un tomacorrientes.
El dispositivo, que acaba con microbios altamente resistentes ( incluso aquéllos que desarrollaron tolerancia a los antibióticos ) en décimas de segundos, podrá ser utilizado en emergencias médicas, operaciones militares de combate, desastres naturales e incontables situaciones que requieran tratamiento en lugares remotos.
En una de las pruebas efectuadas, la linterna fue capaz de desactivar una gruesa biopelícula de 25 micrómetros de espesor que fue incubada durante siete días con 17 capas de diferentes bacterias, incluyendo la Enterococcus Faecalis, una de las más resistentes al calor y a los antibióticos, que suele infectar los conductos radiculares durante los tratamientos dentales.
Cada capa fue tratada durante cinco minutos y los resultados fueron excelentes: la linterna no sólo logró desactivar las capas superiores de las células, sinó que las penetró profundamente matando las bacterias.
Las bacterias construyen espesos biofilms resistentes a la desactivación por medio del calor o antibióticos, y este estudio demostró que la linterna de plasma ( el cuarto estado de la materia además de los sólidos, líquidos y gaseosos ) puede ser muy eficaz incluso a temperatura ambiente.
Aún la ciencia desconoce las razones de la efectividad antibacteriana del plasma, aunque se sospecha que las reacciones entre el plasma y el aire que lo rodea crean un cóctel de especies reactivas ( especialmente de nitrógeno y oxígeno ) que son similares a los encontrados en nuestro propio sistema inmunológico.
Por si esto fuera poco, el dispositivo es fácil de fabricar y muy barato: alrededor de 90 dólares.
Los hallazgos fueron publicados en el Journal of Physics.
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