La página ecologista ALJAZEERA dió a conocer una denuncia de deformidades alarmantes en mariscos que son consecuencia del derrame petrolero que tuvo lugar hace poco menos de un año en el Golfo de México, y del cual ya hemos hablado extensamente en varias ocasiones comentando que los pescadores les reportaron no haber visto nunca algo parecido en 20 años de trabajo.
Los reportes no sólo provienen de pescadores sinó también de científicos ( como Samantha Joye de la Universidad de Georgia ) químicos ( como Wilma Subra y MacArtur Fellow ) y procesadores de mariscos que están encontrando un número preocupante de camarones, cangrejos y peces con mutaciones serias debido a la contaminación provocada por el petróleo y los dispersantes derramados durante meses en la zona: camarones con horribles mutaciones o sin sus ojos ni las cuencas de sus ojos, peces con llagas supurantes, cangrejos sin garras u otros tipos de subdesarrollos constituyen en algunas zonas más del 50 por ciento de la población actual.
Algunos cangrejos que son pescados vivos, al ser abiertos huelen como si hubieran muerto hace semanas, comentaron los pescadores, mientras una vez más se hizo escuchar la previsible necia voz de BP: "Los mariscos del Golfo de México son unos de los más controlados del mundo y de acuerdo con la FDA y la NOAA, son tan seguros como antes."
BP aparece como financiando varios grupos de investigación y monitoreo de toxicidad en la zona, pero con semejantes declaraciones, imagínense cómo serán sus controles! ( y ya que están imaginando, imaginen si éstas son algunas de las consecuencias de una contaminación petrolífera de hace un año atrás, cómo serán las derivaciones en el Mar de Japón y alrededores, donde también poco más de un año atrás se liberaron miles de toneladas de agua radiactiva, y peor aún: ¿qué ocurrirá cuando las corrientes marinas junten ambos efectos tóxicos? ) .
El Golfo de México provee más del 40% de todos los productos de mar que se consumen en los EE.UU.y estos hallazgos demuestran sin sombra de dudas ( para aquéllos que alguna vez las tuvieron ) que la contaminación ingresó irreversiblemente en la cadena alimenticia y pueden tener altos y poco previsibles impactos sobre la salud de la población ( diarrea, vómitos, dolores abdominales y de pecho, sensibilización de la piel, daños en el sistema respiratorio, hipertensión, depresión del sistema nervioso central, arritmia cardíaca, daño cardiovascular y cancerígeno y perturbaciones en el normal crecimiento y desarrollo de un embrión o feto, por citar sólo las más probables y conocidas ).
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